Opinion | 24 Ene La edición de este año del Programa de Verano de la Dirección Nacional de Deporte, convocó a un total de 25 mil personas que se inscribieron para aprender a nadar en las distintas plazas de Deporte del país.
Desde el gobierno se ha valorado esta situación como “exitosa” y en verdad lo es ya que se trata de una muy buena respuesta a una interesante convocatoria para que la población utilice la infraestructura pública existente en las diferentes ciudades, para aprender algo tan valioso como nadar.
Ciudadanos de todas las edades a partir de los cuatro años pueden aprender a nadar o reforzar sus destrezas tanto en piscinas abiertas como cerradas ubicadas, en su mayoría, en plazas de Deportes.
El Programa de Verano de la Dirección Nacional de Deporte del Ministerio de Turismo y Deporte está abocado a la enseñanza de la natación en todos los departamentos, bajo el entendido de que este deporte debe ser accesible para gran parte de la población en un país con tanta faja costera.
Por otra parte, aprender a nadar es una herramienta importante para cualquier persona a lo largo de su vida, además de ser un deporte muy completo con notorios efectos beneficiosos sobre la salud. La natación es recomendada para cualquiera en busca de ejercitar el cuerpo y relajar la mente, pero más aún para los siguientes problemas: autismo, discapacidades, asma o problemas de la columna, entre otros.
Si tenemos en cuenta que el sedentarismo es uno de los problemas importantes en nuestro país y que son muchas las personas que no realizan ejercicios físicos, que nuestros niños y jóvenes utilicen frecuentemente las plazas de deportes para practicar natación u otras disciplinas deportivas, o participar en las actividades recreativas que dese allí se proponen, es algo que debe ser debidamente valorado por nuestra sociedad, que tantas veces cae en la queja fácil sin aprovechar las oportunidades que en forma gratuita o a muy bajo costo es están ofreciendo. Además, saber nadar puede en algún momento, salvarnos la vida. Sólo eso ya debería ser razón suficiente para aprender.