Lleva trigo desde Salto a Nueva palmira

Locales | 26 Ene El buque carguero Amambay, que transporta trigo desde el puerto de Salto a Nueva Palmira, se encontraba varado ayer en la zona de Pepeají, hacia el norte de Paysandú, a la altura del kilómetro 247 del río, como consecuencia de la tormenta del jueves y la falta de señalización adecuada en el lugar, pero se tenía la expectativa de que el repunte sostenido del río le permitiera salir de esa posición y reanudar anoche mismo el viaje.
La nave, cargada con 600 toneladas de trigo, había partido de la terminal salteña en su segundo viaje, con un calado de 2,70 metros, pero su proa se incrustó en los arenales al norte de la isla de Pepeají, que están casi a flor de tierra en algunas partes.
Una vez dado el alerta, y la imposibilidad de zafar por sus propios medios, tras gestiones del intendente salteño Germán Coutinho ante su par sanducero Bertil Bentos, salió en auxilio de la nave la refuladora municipal sanducera Renemar, que en primera instancia cinchó al Amambay pero en forma infructuosa. Según supo EL TELEGRAFO, la proa se había incrustado en una longitud de unos 15 metros en la arena, en el paso más al norte de Pepeají.
Ante la imposibilidad de hacer zafar la nave de la varadura con esta maniobra, la Renemar encaró una maniobra de dragado de la arena en torno al carguero, con la expectativa de que pudiera hacerla zafar de su posición, pero igualmente el barco siguió atracado. La refuladora sanducera debió retirarse en la tarde para evitar el recalentamiento de motores y cumplir con su trabajo, ante la expectativa además de que el repunte del río, que venía subiendo a razón de un centímetro en la hora, permitiera que el Amambay reanudara la marcha río abajo.
Según se indicó a EL TELEGRAFO, la zona en la que quedó varado el Amambay es muy complicada para la navegación, por cuanto en un sector de la costa uruguaya existen rocas, aunque es la zona más profunda, y hacia el lado argentino hay un arenal muy amplio, que además suele cambiar de lugar de acuerdo a las corrientes del río.
En el primer viaje el carguero pasó sin inconvenientes con el río crecido, pero actualmente, con menos de dos metros, el arenal resulta un obstáculo muy significativo y es posible además que el banco se haya corrido, como suele ocurrir.