Locales | 28 Ene Es una versión carrozada como camioneta rural Chevrolet Impala de 1966, varias de estas unidades se utilizaron en nuestro país como ambulancias o coches fúnebres.
La que hoy presentamos, según nos comenta su propietario, cumplió las dos funciones y precisamente está pintada de negro.
Andrés Novoa es su propietario desde hace aproximadamente un año, y nos comenta que la camioneta perteneció a una empresa fúnebre en la ciudad de Fray Bentos, lugar donde él la compró.
Vehículo de chasis largo, al igual que su compacta carrocería. Es también ancho y de baja altura, de líneas muy sobrias y amplia superficie vidriada.
Posee un importante parabrisas, una ancha parrilla frontal horizontal, con doble batería de faros en cada extremo.
El portón trasero tiene las correpondientes luces de frenos, estacionamiento y señaleros.
En el interior se ubican dos filas de anchos asientos, quedando por detrás un espacio libre.
Tiene motor Chevrolet Apache 235 de seis cilindros, un impulsor a nafta que permite buenas prestaciones.
La excelente amortiguación permite a los tripulantes desplazarse con comodidad.
Nos indicó Novoa que el motor fue objeto de una revisión general, se le cambiaron los aros a los pistones, se chequeó la unidad, y se colocó un nuevo tapizado, quedando pendiente realizar alguna mejora más.
Mecánicamente este Impala funciona sin problemas y la carrocería se mantiene en muy buen estado.
La generación de los modelos Impala marcaron siempre un punto alto dentro del contexto de la General Motors, no sólo por la excelente mecánica, sino por diseño y comodidad interior.
APUNTES TECNICOS
Motor: de seis cilindros en línea, Chevrolet Apache 235.
Embrague: monodisco.
Caja de cambios: manual de cuatro velocidades, palanca en la columna de dirección.
Frenos: hidráulicos con servo, campanas, patines y cintas.
Suspensión: con espirales y amortiguadores.