Deportes | 28 Ene Esta vez no hubo mayores dudas, pues la decisión de que Jorge Collares fuera designado como Deportista del Año fue unánime entre los integrantes de la página deportiva.
Para ello se tuvieron en cuenta varias cosas. Primero que nada su actuación a lo largo de 2012.
Y comenzaron a aparecer los resultados: campeón nacional Sub 18 en los 100 metros, en los 800, en la posta 4x100 y en la 4x400, incluyendo en este último caso el récord nacional.
A eso se le sumó su participación en el Mundial Junior de Barcelona, en el que logró bajar sensiblemente su mejor marca en los 800 metros.
Y en esta distancia, como broche de oro, se consagró campeón sudamericano Sub 18 en Mendoza, venciendo a los brasileños que llegaban como claros favoritos.
Pero, por si quedaban dudas, la decisión de esta designación no solo está reflejada en los resultados sino también en el esfuerzo realizado a lo largo de la temporada.
Proveniente de una familia humilde, que realiza un esfuerzo importante jornada a jornada, Jorge Collares se trazó junto con su equipo, liderado por el técnico de la Escuela de Atletismo de la Plaza de Deportes, Julio Acosta, ir paso a paso, saltando los obstáculos que sin lugar a dudas iban a encontrar para llegar lo más alto posible a nivel internacional, dentro de su categoría.
Y esos obstáculos fueron desapareciendo a lo largo de los entrenamientos diarios y de las competencias nacionales e internacionales.
Lo único que atinó a decir Collares al subir a buscar sus distinciones, fue un “no me lo esperaba” en voz baja.
El “Melli” se quedó con la distinción al Deportista del Año de la 14ª edición de la entrega de reconocimientos que anualmente realiza Deportes de EL TELEGRAFO en el marco de la Fiesta de la Prensa. Gracias a su actuación y al sacrificio realizado que, sin lugar a dudas, hace que se esté frente a un deportista de muchísimo potencial, sin dudas una de las promesas del atletismo nacional pensando en los próximos años.
Por eso esperamos que este reconocimiento sirva para alentar a Collares de cara al futuro, y a redoblar el esfuerzo en busca de objetivos inimaginables. Buena madera le sobra.