Nacionales | 28 Ene Uruguay y Argentina marchan por dos carriles diferentes a la hora de los tiempos para definir el postergado Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Brasil quedó en el medio y parece que será el que tenga la última palabra. La presidenta Cristina Fernández dijo que se debe rediscutir todo el acuerdo y postergó las negociaciones, ya que “hay que esperar a nuestros hermanos paraguayos”. El presidente José Mujica se reunió en la víspera con el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Durao Barroso.
Tras participar en la inauguración de la primera cumbre interbloques que se realizó en Santiago de Chile, el mandatario se comprometió a que las negociaciones avancen en los próximos meses. Uruguay, que hasta junio ocupa la presidencia pro témpore del Mercosur, pretende que antes de mediados de año se intercambien ofertas concretas para el TLC.
El canciller Luis Almagro dejó muy clara la posición sobre el tema al definir como “absolutamente estratégica” la relación con Europa: “Como bloque la Unión Europea es el principal inversor en nuestro país, el principal mercado para nuestras exportaciones.
Estamos ajustando las reuniones Mercosur-Unión Europea, estamos en un momento clave de definiciones políticas respecto al camino a seguir”, aseguró.
Por su parte, la presidenta argentina marcó la cancha y señaló que se debe discutir un nuevo esquema de negociaciones, primero dentro del Mercosur.
Fernández consideró que no se deben tomar como base los puntos que se negocian desde 2004, pero el principal escollo es en realidad la política proteccionista que aplica el vecino país.
En tanto, la canciller alemana Angela Merkel fue muy elocuente al afirmar que va a “hablar con Brasil”, buscando saltear las trabas argentinas. “Sería bueno contar con un TLC. Los socios no deberían tener miedo”, sentenció la mujer más poderosa de Europa.