Nacionales | 30 Ene Un hombre fue mordido por un murciélago en su casa de veraneo en el balneario Costa Azul tras intentar extraerlo, medio moribundo, de la pileta de la cocina. El hombre llevó al murciélago a analizar al laboratorio del Ministerio de Ganadería, donde le comunicaron que tenía rabia.
El veraneante se salvó porque recibió una dosis de suero con anticuerpos y la vacuna antirábica que se aplica en cinco dosis y es eficaz para el tratamiento. De lo contrario, las consecuencias habrían sido fatales.
La directora de Zoonosis del Ministerio de Salud Pública (MSP), Gabriela Willat, dijo a El Observador que “es habitual” que haya situaciones como esta y “van a seguir ocurriendo” porque desde hace unos años se sabe que en un 1 por ciento de los murciélagos insectívoros circula el virus de la rabia.
En tanto la Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis en Canelones, que depende del MSP, repartió folletos en la zona sobre los cuidados a mantener con los murciélagos. Mañana se vacunará a perros y gatos que no hayan sido inoculados. Willat aconsejó no tomar medidas muy agresivas con los murciélagos, puesto que se trata de “especies benignas que cumplen un rol importante para el control de insectos”.
Los últimos casos de rabia en seres humanos fueron en 1966 por una epidemia de rabia canina. El último foco de la enfermedad, proveniente de murciélagos vampiros, fue entre 2007 y 2008 en Rivera y Artigas, que causó la muerte de cientos de vacas y caballos.