Opinion | 07 Feb La ley 17.951, votada en Uruguay el 28 de diciembre de 2005, establece en 16 artículos las normas para la “prevención, control y erradicación de la violencia en el deporte”, además de un “régimen sancionatorio”. En su artículo 1º entiende “por violencia en el deporte toda conducta agresiva, de hecho o de palabra, dirigida contra el público en general, participantes o autoridades organizativas de un espectáculo deportivo”.
La misma ley crea en su artículo 2º a “la Comisión Honoraria para la Prevención, Control y Erradicación de la Violencia en el Deporte, dependiente del Ministerio del Interior”, con dos representantes por los ministerios del Interior, Turismo y Deporte, Congreso de Intendentes y tres personalidades elegidas por diversos organismos deportivos. La citada comisión, según la Ley, “tendrá por finalidad asesorar” a los ministerios mencionados en cuanto al “estudio, la prevención y el control de la violencia en el deporte”, además de dictar “su reglamento de funcionamiento”.
En su artículo 5º define las atribuciones de la comisión que elaborará “un anteproyecto” para reglamentar la seguridad en los espectáculos deportivos, además de “instar a las federaciones y asociaciones deportivas a adecuar sus estatutos y reglamentos”, proponiendo “sistemas de identificación, derechos y obligaciones, formación, perfeccionamiento y procedimiento de admisión” de las organizaciones deportivas.
Hasta ahí, la ley. En las últimas horas, la Asociación Uruguaya de Fútbol se reunió con los referentes de las barras bravas para pedirles que controlen a sus miembros violentos, en los partidos que comenzarán el próximo sábado por el Clausura. La preocupación de la AUF está centrada en el ingreso de pirotecnia a los escenarios deportivos, las avalanchas que se forman en las puertas de ingreso para no pagar entrada y los reiterados enfrentamientos entre las hinchadas.
El Ministerio de Deportes y la AUF abrieron un período de diez días “de reflexión”, luego de los hechos ocurridos el 16 de enero, cuando el arquero de Nacional, Jorge Bava, golpeó a un coracero mientras se disputaba la Copa Bimbo y un hincha de Peñarol fue herido de bala por la espalda, luego de una disputa con hinchas de Nacional. Incluso se habla de crear la figura del fiscal deportivo y la instalación de un Tribunal de Faltas, entre otras propuestas. La pregunta se vuelve urgente: ¿y la ley, para qué está?, si la AUF dependerá ahora de la respuesta que le den los barras bravas.