Deportes | 18 Feb Centro Allavena, que realizó un ponderable esfuerzo y no solamente en lo económico, no pudo alcanzar su pasaje a la tercera fase de la Liga Uruguaya de Básquetbol, quedando a un solo punto del equipo de Maldonado, el único conjunto del Interior que llegó a los “Play Off”, junto a los capitalinos de Montevideo, Sayago y Olimpia.
El vaticano este año, como Wanderers que ya lo había hecho en la pasada temporada, decidieron sumar, no solamente jugar en lo local, sino trascender en lo regional y nacional.
En ambos casos, un gran esfuerzo económico y obviamente el montaje de una estructura diferente para afrontar cosas mayores.
Con certámenes de estructuras diferentes, tanto Wanderers antes, como Allavena ahora, pudieron estar confrontando a un nivel distinto, de mucho mayor exigencia y trascendiendo de otra manera.
Ninguno de los dos pudieron llegar a la parte definitiva, pero el esfuerzo valió, reconforta y debe ser, por lo menos, tratado de imitar, para que otros equipos de este básquetbol de Paysandú, puedan llegar a ese nivel superior de competencias.
Por supuesto, no es nada fácil, pero se debe intentarlo al menos, o ir enfocándolo progresivamente, escalón por escalón.
Sin dudas que lo de Centro Allavena fue meritorio. Afrontó la temporada a nivel local reforzando su plantel y asimismo preparándose para el salto posterior, la Liga Uruguaya de Básquetbol. Así llegó al Reclasificatorio, donde consiguió tres victorias y siete derrotas.
Mirado friamente no es buen saldo, como no lo es tampoco no haber podido clasificar entre los cuatro primeros.
Pero hay atenuantes. No pudo conseguir en tiempo y forma el aporte de otra ficha extranjera que le diera una buena mano al equipo. Jerry Echenique fue un león, pero él solo no podía bajo los cestos. Al final apareció el español Torres, pero ya era tarde.
Perdió algunos partidos, como contra Lagomar en Canelones y mismo ante Maldonado, también de visita, que pudieron ser victorias, pero faltó pupila y, en algún momento, mejor manejo del banco para liquidarlo a su favor.
Y además desaprovechó la localía. No era fácil ganarle a Montevideo y Olimpia, pero sí era factible Lagomar, y si embargo se perdió. De todas formas el intentó valió y fue positivo.
Jugadores, dirigentes, técnicos y en buena medida, la propia parcialidad que acompañó siempre al equipo. Ahora, a pasar todo en limpio y volver a intentarlo, ya con la experiencia recogida. “Chapatín”