Locales | 18 Feb Más allá de los buenos planes para acompañar el desarrollo de Termas de Guaviyú, la motelería municipal no está a la altura de las mínimas exigencias que hoy tienen los visitantes.
Los televisores tienen al menos 15 años de uso, y en muchos casos la pantalla solamente emite un color porque ya está por colapsar. Y solamente se han comprado tres televisores plasma para reemplazos, lo que obviamente es totalmente insuficiente.
También, desde hace cierto tiempo se han comenzado a sustituir las viejas heladeras (cuando dejan de funcionar) por frigobares, que no contemplan las necesidades de una familia tipo que arriba a un centro termal con intenciones de cocinar y de tener el mismo espacio que en su propio hogar, especialmente en verano, cuando --por caso-- la demanda de hielo es mayor.
El mobiliario es muy antiguo (aún se usan las mesas marca Cármica pero la fábrica hace muchos años que desapareció de plaza), los equipos de aire acondicionado fallan frecuentemente y el cuidado general es deficiente.
No obstante, el predio termal genera mucho dinero. Solamente en enero ingresaron más de dos millones de pesos, es decir unos 100.000 dólares. No obstante, nada de ello es invertido en el lugar, sino que va directamente a Rentas Generales a disposición del director general de Administración, Heber Coello.