Opinion | 19 Feb Las necesidades de contar con saneamiento en amplias zonas de la periferia de la ciudad y el interior departamental que aún carecen de este elemental servicio están naturalmente más allá de la pretendida controversia que ha surgido, con un alto componente político, respecto de si corresponde a OSE o a la Intendencia el intervenir para que en los lugares en los que se carece de este servicio pueda prestarse como paliativo el servicio de barométrica y sobre todo en cuanto a participar en convenios tripartitos para la extensión de las redes. Es decir, de lo que se trata es de aplicar un acuerdo al que ha llegado OSE con algunas intendencias por el cual en este convenio tripartito hay aportes de los vecinos, así como del organismo y de la Intendencia en determinados insumos. En el caso de la Intendencia sanducera, en uso legítimo de sus atribuciones, ha entendido que lo que se le pide como contrapartida excede sus posibilidades, y aspiraría a tener algún otro tipo de intervención.
El punto es que quienes quedan en medio son las necesidades de los vecinos, ante una red de saneamiento que si bien se ha extendido en los últimos años por una fuerte inversión del organismo, tiene a la vez pendiente la instalación de la planta de tratamiento de efluentes cloacales, cerca del río, a efectos de que no sigan vertiéndose aguas negras crudas al “paterno”.
Mientras tanto, hay subsistemas para atender a los vecinos que no tienen saneamiento y con pozos que deben atenderse por la barométrica municipal, según establece la normativa vigente, que es clara al respecto.
Pero naturalmente, las obras de saneamiento sí son responsabilidad de OSE, y no es argumento valedero que algunas intendencias hayan acordado determinado convenio marco con el organismo para obras con participación tripartita, para que automáticamente se acepte por la de Paysandú.
Lo que sí es cierto, es que si los vecinos de una amplia zona de Paysandú no tienen saneamiento es por exclusiva responsabilidad de OSE, porque es el encargado de proporcionar – y cobrar-- este servicio. Y naturalmente, mientras más vecinos haya sin saneamiento por omisión de OSE mayores serán los requerimientos en barométrica. Ergo, si OSE hubiera cumplido desde siempre con su obligación, habría poco y nada de demanda de vaciamiento de pozos negros, por lo que es preciso poner todos los elementos sobre la mesa para llegar a una negociación en la que puedan intervenir todas las partes en la medida de sus posibilidades y responsabilidades, en aras de contemplar a miles de vecinos aún carentes de este vital servicio.