Opinion | 17 Feb El alumbrado público es una obligación del Estado y un derecho de los ciudadanos. Antes, cuando las intendencias tenían más especificadas sus obligaciones, eran parte del ABC: Alumbrado, Barrido y Calles.
Desde hace no menos de 10 años, Paysandú intenta ser más eficiente en ese servicio. Desde la administración de Alvaro Lamas se está trabajando en la calidad de la iluminación de las calles, sea ampliando la cobertura de las luminarias o mejorando la calidad de las lámparas, buscando además el ahorro con las nuevas tecnologías.
La actual administración de la Intendencia de Paysandú recibió el departamento con 14.000 picos de luz, según declaró el jefe de Alumbrado Público, Héctor Sellanes, en nuestra edición del 12 de agosto de 2010, a poco de asumir.
En el diario del pasado 14 de febrero, Sellanes dijo que la cantidad de focos en el departamento es de 14.500, y en la ciudad de 12.000. La cantidad de luminarias nuevas que instaló este gobierno departamental en Paysandú ciudad y todos los centros poblados del interior sería de 500, lo que resulta insuficiente para el crecimiento vegetativo de la ciudad, considerando los nuevos barrios que se han desarrollado, como los cooperativos, o las nuevas zonas ahora pobladas, como parte del noreste de la ciudad, tomando como eje la calle Rodríguez Nolla.
El acuerdo alcanzado entre el Congreso de Intendentes y el gobierno nacional para que UTE cobre el alumbrado público es importante para las finanzas del ente: ahora cobrará efectivamente por la luz que ilumina las calles, cosa que antes --cuando lo cobraban las intendencias en la contribución inmobiliaria-- no siempre sucedía, o pasaba con atrasos. También a las intendencias les será útil este acuerdo: ahora recibirán en 2013 el 50% del total facturado por UTE como subsidio del gobierno central a las mismas comunas. Y más importante es para los habitantes de la ciudad, ya que del total que los sanduceros abonemos a UTE por alumbrado público, el gobierno remitirá a la comuna la mitad para que siga desarrollando el alumbrado de las calles. Según las estimaciones, la Intendencia tiene un 40% de morosidad en el cobro de la contribución, mientras UTE tiene menos de un 8%; por lo tanto, habrá mejor recaudación. Entonces, en teoría es un sistema que significará más cantidad de picos de luz en las calles sanduceras, con la certeza de que ahora habrá un monto fijo por mes que recibirá la Intendencia que podrá destinar al cometido específico de iluminar mejor la ciudad, y en vez de solo 500 luminarias nuevas en dos años y medio, la Intendencia podrá instalar muchas más y hacer de Paysandú una ciudad más luminosa y más segura.