OPINIÓN

Locales | 24 Feb Cobardes
Hace unos días me tocó vivir --y aún vivo-- una experiencia que me marcará para siempre. Un cobarde, aprovechándose de la enorme diferencia física entre él y mi tía de 81 años, la tiró al suelo para robarle la cartera. También demuestra su cobardía al atacar de atrás y de sorpresa. Robó una cartera que contenía documentos y llaves, no dinero. Mi tía cayó al suelo y se fracturó el fémur.
Fue operada quedando en cama con unos fierros dentro del hueso. Un mes de reposo. Enorme gastos para la sociedad. Muchas posibilidades de quedar mal, e incluso morir. Un viaje que haría con su esposo e hijos, no pudo ser. Reponer documentos y llaves, con cambio de combinación le insumió importantes costos y molestias. Está sufriendo intensos dolores físicos y morales. Hace unos pocos días, al intentar levantarse, cayó y se fracturó una costilla. Más dolor. El cobarde, aún identificado, no fue detenido. Más injusticia. Hace unos días leo que otro cobarde intentó rapiñar una señora que caminaba con sus niños y últimamente hubo un caso de intento de rapiña, en que otro cobarde atacó a una mujer embarazada. Dos menores cobardes, rapiñaron un taxista amenazándolo con un arma blanca.
Quedaron en libertad. Todos los días hay muchas rapiñas, perpetradas por cobardes que buscan la víctima más débil. Siguen impunes. Así esto no tendrá fin.
Es malo acostumbrarse a esta situación. Es evidente la desproporción entre lo que pueden robar y el daño que pueden hacer. Han habido casos notorios de agresiones de cobardes que provocaron la muerte de la víctima. No comprendo lo leve de la penas a estos cobardes, en relación al daño que causan. Repito la palabra cobarde pues es la que mejor los define y no se podrán vanagloriar de ser tildados así. Pagamos todos los impuestos que nos imponen. A cambio exigimos seguridad y justicia.
C.I. 1.368.782-3