Opinion | 24 Feb Las autoridades locales de la Universidad de la República, miembros de la Comisión Directiva del Centro Universitario de Paysandú y la Asamblea asesora que actuará como “proto claustro” junto al claustro de la regional Salto, prepararán el “pasaje” de las dependencias universitarias departamentales a lo que se dio en llamar “Centro Universitario Regional”, Cenur.
Asumidas en sus cargos el pasado viernes, tocará a esta generación de directivos y asambleístas hacer que la Regional Litoral Norte del Cenur sea efectivamente una herramienta de descentralización de la enseñanza universitaria, pero también que la incidencia educativa que tenga en la región sea efectiva para los jóvenes de esta parte del país. Hasta hace unos pocos años --aunque aún mantiene algunas características-- la Universidad de la República era en realidad montevideana con algún acercamiento hacia el Interior. Carreras que se definían entre cuatro paredes de la sede capitalina, con escasez de docentes y decisiones tomadas a veces a contrapelo de la realidad sanducera o salteña o cualquier otro lugar, eran moneda corriente. El reto de las autoridades universitarias va más allá de crear un organismo descentralizado, con presupuesto propio y cierta autonomía administrativa y en algunos casos curricular como está prometido. El punto pasa porque esa Universidad colme las expectativas de los jóvenes del Norte y también las expectativas que tiene la región como polo de desarrollo económico y productivo, donde se necesitan más agrónomos, veterinarios, ingenieros y médicos que abogados, escribanos o abogados.
Habida cuenta que también se anuncia desde el gobierno la instalación de una Universidad Tecnológica para el Interior, todo hace pensar que esta región tendrá múltiples oportunidades para sus jóvenes en educación terciaria. Ya no será Magisterio la única carrera terciaria que podrán seguir los estudiantes del Interior sin tener que ir a Montevideo. Hay un cambio en las voluntades y en las decisiones que auguran un salto cualitativo en las posibilidades de estudio sin irse muy lejos, desde que se sumarán a la regionalización de la educación terciaria la Universidad de la República, la Universidad Tecnológica y la ya existente Universidad del Trabajo con su Instituto Técnico Superior Paysandú y las prometidas nuevas tecnicaturas terciarias a dictarse en el ex edificio de Ancap en Nuevo Paysandú.
Se abre un gran abanico de posibilidades de estudio. Bienvenida la descentralización educativa, aunque dependerá de todos la profundización de esos cambios para que sean permanentes.