Jornada en la EEMAC

Rurales | 26 Feb El gran problema que identifican los productores para su producción agropecuaria “es la inestabilidad de clima”, en tanto que los técnicos coinciden en que el cambio climático a escala global es un fenómeno que está “científicamente demostrado”, cuyas características son el gran aumento de la temperatura, el incremento de la variabilidad estacional que lleva a inundaciones, heladas y sequías.
Esto es lo que establece un estudio de percepción realizado por Equipos/Mori, presentado en la víspera a una numerosa concurrencia que asistió al salón principal de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, en el que se resume que el cambio climático fue identificado como uno de los principales problemas que hoy afectan a la producción agropecuaria.
El trabajo fue encargado por el proyecto “Nuevas políticas para la adaptación del sector agropecuario al cambio climático” MGAP/FAO. Los resultados de este y otros trabajos son presentados en cuatro seminarios que el proyecto MGAP/FAO realiza en el Interior del país. Se inició ayer en Paysandú y prosigue en San José, Canelones y Tacuarembó. El trabajo, que consistió en una amplia encuesta telefónica a productores agropecuarios y en entrevistas individuales y grupales a referentes técnicos y autoridades de organizaciones, permitió concluir que tanto agricultores como ganaderos plantean que los cambios en las lluvias afectan fuertemente la disponibilidad de forraje, de agua para el ganado y para los cultivos. Entienden también que la calidad de la fruta se ve afectada, ya que “el sol quema más que antes”. Para los productores, estos cambios repercuten significativamente “en el aspecto económico y financiero”. Hay un golpe muy fuerte sobre los ingresos ya que se incrementan los costos y genera un desequilibrio financiero a largo plazo, afirma el estudio.
Gastón Díaz, de Equipos Mori, dijo a EL TELEGRAFO que actualmente “la preocupación por el clima está instalada, observándose que a los tradicionales problemas que tienen los productores --económicos o de coyuntura del mercado--, el clima se ubica en segundo o tercer lugar en los diferentes rubros, planteándose como un tema de forma espontánea, siendo parte de su vida diaria”.
El elemento que “más les marca” tiene que ver con la sequía, aseveró Díaz. Las consecuencias más visibles están en el “déficit hídrico, aunque también ya se observan cuestiones relacionadas a la variabilidad climática”, subrayó. Entre las medidas que más aplican, mencionó “las relacionadas a las fuentes de agua --hay diferencias entre los sectores: ganadería, agricultura, lechería y granja--, pero apuntan a la construcción o refacción de tajamares, aguadas o pozos, pero en la agricultura y la lechería aparece el riego como más importante”.
objetivo
El objetivo general de esta investigación fue generar información cualitativa y cuantitativa que aporte al MGAP información clave para diseñar mejores respuestas, adaptadas a las necesidades sentidas por los productores agropecuarios y sus organizaciones. Se entiende que la vulnerabilidad y el cambio climático hacen necesario promover procesos participativos de adaptación a sus efectos.
Además del estudio de percepción, en el seminario realizado ayer y en los que seguirán en los próximos días, el Instituto SARA(S) --South American Institute for Resilience and Sustainability Studies-Uruguay-- describió el clima en Uruguay y presentó una proyección para el mediano y largo plazo.
También en la víspera, el Centro Interdisciplinario en Respuesta al Cambio Climático y Variabilidad Climática de la Universidad de la República presentó un “Estudio de la sensibilidad y capacidad adaptativa de la agricultura nacional, a los efectos del cambio y variabilidad climática e identificación de alternativas para la construcción de resiliencia”. Al final del seminario, jerarcas del MGAP presentaron los dos proyectos específicos que se empiezan a ejecutar y que consideran el cambio climático como eje central de su accionar: préstamo del Banco Mundial (Desarrollo y Adaptación al Cambio Climático) y donación del Fondo de Adaptación del Protocolo de Kyoto (Ganaderos Familiares y Cambio Climático).