Locales | 28 Feb Llega la segunda noche final del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval, la de humoristas, en tanto las categorías “fuertes”, las de parodistas y de murgas apuran ensayos, revisan vestuarios y ajustan detalles para sus finales de mañana y pasado, respectivamente.
La categoría humoristas es quizás la más vapuleada históricamente del Carnaval sanducero. No hay que engañarse (ni engañar) indicando que en esta categoría hay buenos espectáculos, porque el concurso de Paysandú no se caracteriza precisamente por presentaciones de humoristas que sean realmente disfrutables. Este año quedará como el del “suicidio” del grupo guichonense “Humoropos”, que entregó la responsabilidad de escribirles el libreto a quien era competidor directo en la misma categoría. Era obvio pensar que el libreto de “Humoropos” no iba a tener el cuidado ni la estructura que el de “Los P-kes”. Fue un “suicidio” que pagaron con ser eliminados rápidamente del certamen. “En la novedad está el cambio” se llamó su presentación, un magro resumen de chistes viejos bajados de Internet, sin conexión y faltos de creatividad y sentido humorístico. Aun si fue gratis, el libreto fue carísimo. De los tres que quedan en competencia, ninguno presenta una rutina de verdadero humorismo. Lo que se presenta es una débil línea argumental salpicada por chistes. Eso no es humorismo. Mas, hay que dejarlo en claro, la responsabilidad --ni este año ni en los anteriores-- no es de los grupos sino del Jurado. Una y otra vez, año tras año, el Jurado no toma reales decisiones sino que se limita a ser amigable, querible y contemplativo. Mucho aplauso, mucha risa, mucho compañerismo, pero no se cumple efectivamente con la tarea para la cual cada uno recibirá 9.000 pesos (una cifra que ningún carnavalero en escena obtendrá). Es el Jurado el que mira para el costado, el que no hace cumplir el reglamento y el que no pone mano firme para que el Carnaval sanducero tenga no solamente la categoría humoristas en concurso, sino reales y disfrutables grupos de humoristas.
“Los P-kes”, que dentro de lo mediocre es el grupo que está para llevarse el campeonato, con su espectáculo “Casi” se mantiene exclusivamente por la participación de Pablo Coll y Jean Pierre Dutra. El argumento se basa no en la “libre comicidad” que pide el reglamento, sino personajes y situaciones reales. No hay ese “ingenio de descubrir y presentar cuadros, personajes, situaciones, suceso, actos con características incongruentes y absurdas”. Si Coll y Dutra no usaran su experiencia en improvisar el resultado sería mucho más pobre aún.
“Pantarrey”, de Mercedes, con “El mundo patas arriba” deja al desnudo el problema más importante de la categoría: la falta de actores. Más allá de un libreto que también usa una débil línea argumental para chistes bajados de Internet, falta interpretación. No se aprecia una base teatral en ninguno de los integrantes y eso en definitiva, unido a la falta de creatividad humorística, enlentece y termina por aburrir.
Sobre “Los Positivos”, de Fray Bentos, ya fue publicada la opinión y solo basta agregar que triunfaron en San José y Mercedes. No obstante, no aparecen como favoritos en Paysandú, donde el único grupo local en competencia parece bastante más próximo al campeonato.
Esta noche abre el espectáculo “Pantarrey” de Mercedes, seguido por “Los P-kes” de Paysandú y cerrando “Los Positivos” de Fray Bentos. Las entradas hoy también cuestan 50 pesos (a partir de mañana suben a 70) y son válidas para el sorteo de la moto 0 km del sábado. Los humoristas se juegan el todo por el todo en el Anfiteatro del Río Uruguay desde las 21.30. Pero para que la categoría se torne realmente interesante y genere hechos artísticos verdaderos, deberá pasarse por una renovación de libretistas y por la incorporación de intérpretes con estudios teatrales y con directores que también tengan formación escénica. E.J.S.