Locales | 01 Mar La Ruta 26 vuelve a ser noticia trágica, y en ello hay varios factores que influyen. Si bien el cansancio de los conductores es uno, también el estado de la ruta tiene su vinculación, dada la tensión que causa transitar por esta ruta y particularmente en algunos tramos que están en obra desde hace casi dos años.
Según los registros de EL TELEGRAFO, han ocurrido unos 200 accidentes durante los últimos 20 años en los 227 kilómetros que tiene de recorrido la Ruta 26 hasta la ciudad de Tacuarembó, con el resultado de casi 50 fallecidos y más de 350 heridos.
Dos empresas están trabajando en la ruta desde 2011, hay un mantenimiento de corte de pasto y señales de tránsito, con obras de rehabilitación menores a cargo de la empresa Rundy S.A. y hay tramos de rehabilitación completa a cargo de Ramón Alvarez S.A.
Solo bituminoso doble
Desde abril de 2011 está la obra en ejecución de los tres tramos que hace la empresa Ramón Alvarez en los tramos entre los kilómetros 65 al 70, 113 al 118 y 141 al 162 que se harían a nuevo con recargo y tratamiento bituminoso doble, un trabajo que tenía 15 meses de plazo para ser terminado. El resto de la ruta 26 está con un contrato solo de mantenimiento desde el año 2008 a cargo de otra empresa, Rundy S.A.
El estado de la ruta ha sido presentado con fotografías en varias oportunidades, y si bien se han notado algunas mejoras en tramos de esa carretera, sigue habiendo problemas. Algunos conductores se han quejado por el problema de los pozos, en tanto los productores que viven y trabajan en esa zona comentaron que si bien se reparan, cuando llueve mucho aparecen más, lo que indicaría la necesidad de hacer muchos tramos a nuevo y no solamente bacheo.
Cuidado, pedregullo
Otra de las quejas recurrentes ha sido la gravilla suelta. Las pequeñas piedras que quedan sobre la ruta pueden convertirse en trampas cuando hay una gran superficie cubierta con pedregullo suelto.
Más allá que hay cartelería indicadora de máximos de velocidad (la mayoría establece sólo 45 kilómetros horarios) y advirtiendo sobre los trabajos que se realizan, es una ruta muy utilizada por los camioneros, particularmente los forestales y de granos, que --como queda dicho en nota aparte-- conducen durante varias horas y se encuentran, además, con una ruta en mal estado.
También en verano es una vía de comunicación elegida por los turistas argentinos, que desconocen el estado de la ruta pese a que en el puente binacional Paysandú-Colón el propio consulado argentino en Paysandú distribuye entre sus coterráneos un folleto donde aclara que la Ruta 26 es peligrosa.