Locales | 04 Mar La turbonada que afectó varias localidades del municipio de Guichón el sábado, aún mantiene en situación de emergencia a muchos de los afectados por voladuras de techos, rajaduras de paredes, falta de agua o corte en el suministro de energía eléctrica.
La peor parte de la tormenta, como fuera informado, se abatió sobre Piñera, Merinos y Morató. En Piñera, donde la fuerza del viento dio por tierra con el tanque de OSE, dejó prácticamente sin agua a la localidad, agravándose la situación debido a que también se cortó la energía eléctrica pues parte de la red de distribución aérea terminó también en el suelo. En la víspera, UTE restableció el servicio y con un generador de energía eléctrica se comenzó a distribuir agua, desde el pozo semisurgente que alimenta a la población.
En Merinos y Morató, en tanto, la peor parte la llevaron casas particulares con voladuras de techos y rajaduras de paredes. En la víspera, la alcaldesa Delia Lestarpe (en ejercicio) volvió a recorrer la zona --el viernes también lo había hecho la titular Lourdes Suárez-- ajustando el censo de daños y de personas en situación de emergencia. “Cuando fuimos el mismo día de la tormenta, daba miedo ver en el camino gran cantidad de árboles caídos, molinos de viento caídos como si estuvieran hechos de papel. Temíamos por la situación de los vecinos, pero felizmente solamente hubo un herido leve en Morató, quien al salir a tratar de proteger su propiedad, fue golpeado en la cabeza por un objeto que no pudo identificar”, dijo.
Ante la situación comprometida de varias casas, “decidimos pedir al Comité de Emergencia que gestione la presencia de un arquitecto en la zona, para que determine técnicamente qué hacer con esas casas, cómo repararlas o que acción tomar. Nos han dicho que vendrá el martes y que el comité traerá frazadas y otra ayuda. Asimismo, el comité prepara chapas, portland y ladrillos para asistir a los damnificados”. Hasta el momento se han distribuido 27 chapas así como clavos para techos.
Lestarpe también destacó “la solidaridad de los vecinos, y así lo vimos en la visita del domingo, a familias ayudando a otras que estaban sin techo. Hemos sido golpeados por tercera vez en pocos meses con vientos muy fuertes, pero más allá de los daños materiales, hay que subrayar y destacar cómo los vecinos se poyan entre sí”.