Deportes | 04 Mar Pasadas las 22 horas de la víspera, el fútbol mundial está de luto por el fallecimiento del exfutbolista y entrenador sanducero Luis Alberto Cubilla. El “Negro”, como se lo conocía, dejó de existir a los 72 años luego de sufrir un cáncer gástrico que lo tenía a maltraer hace algunos días.
Cubilla nació el 28 de marzo de 1940 y comenzó su carrera rompiendo redes en Colón, para luego pasar a Misiones y River Plate de nuestra ciudad. Aunque el fútbol no era su única pasión, ya que también supo defender a la selección juvenil de básquetbol de Paysandú.
En 1957 debutó con Peñarol, club en el que años más tarde viviría una época de gloria. Con el aurinegro ganó todo. Fue campeón uruguayo, bi campeón de la Copa Libertadores de América y campeón del mundo. Años más tarde el destino quiso que vistiera la camiseta de Nacional, en donde también ganó todo lo que jugó. Con el tricolor repitió títulos uruguayos, de América y del mundo, siendo uno de los pocos que ganó la Copa Libertadores e Intercontinental como futbolista y entrenador.
Cubilla supo defender a la selección uruguaya en más de 100 partidos y jugó los mundiales de Chile 1962, México 70 y Alemania 74. Los que peinan algunas canas recordarán el centro de Cubilla en el polémico gol de Víctor Espárrago ante Unión Soviética, que colocó a la Celeste entre los cuatro mejores del Mundo en el 70. El 14 de junio, el “Negro” escapó por la punta izquierda, eludió a un defensa ruso contra la raya de fondo y mandó el centro para que Espárrago sellara el triunfo en los últimos segundos del alargue.
También jugó en el exterior, lo hizo en Barcelona de España, en donde fue campeón de la Copa del Rey, y en River Plate de Argentina. Fue pieza clave en la historia del fútbol uruguayo integrando el histórico equipo de Defensor en 1976, que se coronó campeón uruguayo rompiendo con la hegemonía de Peñarol y Nacional. Como jugador obtuvo nueve campeonatos uruguayos, tres Copa Libertadores, una Interamericana y dos Intercontinentales, obteniendo 15 títulos entre 1958 y 1976.
Luego de colgar los botines, el “Negro” siguió ligado al fútbol, pero desde el costado de la cancha y desde ese lugar también fue un ganador. Se coronó campeón de la Copa Libertadores de América con Olimpia de Paraguay en 1979 –año que también logró la Intercontinental-- y 1990. También dirigió a la selección uruguaya entre 1991 y 1993 y fue director técnico de Peñarol en 1981 y Nacional en 1985.
Cubilla también fue entrenador de Defensor, Danubio, Newell’s Old Boys de Rosario, Nacional de Medellín y River Plate de Buenos Aires, entre otros. Fue destinguido como director técnico Sudamericano en 1990 y ocupó el 11º puesto como mejor jugador sudamericano del Siglo XX, según la IFFHS en 2006.
El “Negro” fue uno de los más grandes futbolistas uruguayos en la historia, no solamente por la cantidad de títulos que cosechó en su carrera, sino también por sus habilidades a la hora de jugar. Fue un “endiablado puntero”, como le decía Carlos Solé, dueño de una capacidad para tirar moñas en velocidad envidiable. Pero por sobre todas las cosas, el “Negro” fue un ganador empedernido.
El 19 de febrero fue operado de cáncer gástrico en un sanatorio privado de Asunción, Paraguay, del cual nunca se pudo recuperar. El 3 de marzo no será una fecha más para el fútbol mundial, porque ese delantero desnivelante de la selección uruguaya, comenzó a hacer sus goles en el cielo.