ANTE ESCRACHE Y ATENTADO

Locales | 05 Mar “Lo único que hago es cumplir con mi función, que no es otra cosa que un trabajo que como cualquier otro debo cumplir fielmente. Si esto me trae problemas con una ínfima parte de la población, quiero dejar en claro que no por eso dejaré de cumplir mi labor; al contrario, lo haré con más fuerza y dedicación todavía”. Así se expresó el director de Tránsito, Haroldo Canoniero, después que fuera víctima de un escrache frente a su domicilio y de pedreas con roturas en su propiedad.
Canoniero, que la semana pasada estuvo en uso de licencia reglamentaria, regresó a su hogar el domingo de noche, para encontrarse con rastros de un atentado perpetrado por desconocidos.
“Cuando llegamos un vidrio principal del frente de nuestra casa estaba roto y había una gran piedra en el interior. Y la cochera también había sido apedreada”, dijo a EL TELEGRAFO. Ante esto, radicó denuncia policial en la Seccional Segunda de Policía. “Estimo que el ataque --bien cobarde-- fue en la madrugada del sábado al domingo, aprovechando que hay tanta gente en el cantero” frente al domicilio particular.
Días antes, cuando una motociclista sufrió un accidente en las inmediaciones del complejo deportivo “Irene Sosa”, un grupo de personas se concentró por escasos minutos frente a la casa de Canoniero gritando consignas contra su persona e involucrando además a su familia.
El director de Tránsito opinó que “estos ataques se deben al sistema de contralor de tránsito que venimos aplicando, que no perdona a los infractores contumaces”. Además “no creemos que sean más de cien motociclistas los que complican en la ciudad conduciendo de manera desaprensiva y al margen de la ordenanza tanto ellos como sus vehículos”, acotó. Este grupo, según Canoniero, “se escudan abajo de un gorro o de una capucha. No tiene la valentía de hablar o de hacer frente. Yo ando solo todo el día por la ciudad, cualquier persona que quiera hablar conmigo lo puede hacer. Pero es bien de cobardes atacar a la familia o a la propiedad, eso los pinta de cuerpo entero”.
“Cada agresión que sufro multiplica las ganas de trabajar fuerte porque nos convence que estamos en el camino adecuado, haciendo todo lo posible para reducir los siniestros de tránsito y además el desorden en el tránsito provocado por este grupito”, subrayó.
Canoniero destacó también que el viernes y el sábado se retuvieron “diez motos cada noche. No porque quisiéramos sino porque no estaban en condiciones de circular por diversos motivos. Y por tanto nos vimos obligados a proceder así, es lo que establece la ordenanza y hay que cumplirla”.
No obstante, pese al escrache y el atentado a su propiedad, Canoniero está convencido que “la gran mayoría de la población está de acuerdo con las acciones llevadas adelante desde la Dirección de Tránsito. El que ataca, el que complica, el que no respeta nada es un grupo minúsculo. Estamos haciendo todo lo posible para desactivarlo, pero en verdad con las normas que tenemos hoy no podemos alcanzar el castigo ejemplar que merecen”. Destacó también que “a veces pagan con su vida --lo que de ninguna manera queremos ni buscamos-- su propia temeridad. Eso es lo que deben comprender estos jóvenes --o a veces no tan jóvenes-- que lo que hacemos es también para proteger su propia vida”.