Locales | 05 Mar Zonas de los municipios de Guichón y Quebracho permanecían en la víspera sin energía eléctrica y, como resultado de esto, también mantenían dificultades para obtener agua potable de los pozos semisurgentes. Por otra parte, el Comité de Emergencias volvió a recorrer las zonas afectadas del Municipio de Guichón, esta vez acompañado por el intendente Bertil Bentos, en tanto en el de Quebracho, la Escuela 36 de Araújo quedó temporalmente inhabilitada al perder más del 60% de su techo, destrozado por los vientos del sábado.
EN MUNICIPIO DE GUICHóN
El intendente Bertil Bentos, acompañado por el director general de Servicios (en ejercicio) Mauro Soto, el coordinador del Comité de Emergencias, Carlos Monzón y el arquitecto Manuel de Souza, visitaron las localidades de Piñera, Merinos y Morató. El Comité de Emergencias envió asimismo dos camiones desde Paysandú, con 2.000 ladrillos, seis metros de arena, 60 bolsas de cemento Portland, 87 chapas, 50 tirantes, 1.200 clavos para techo y ocho kilos de alambre. Asimismo, hoy volverá a enviar otro vehículo con nueve colchones y 18 frazadas, para reponer pérdidas de algunos damnificados.
Asimismo, la Intendencia envió un funcionario del Departamento de Obras y el Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº 8, cinco soldados para colaborar en las tareas de reparación. Hoy podrían sumarse asimismo funcionarios de la Intendencia de Río Negro. En Piñera los daños más importantes fueron padecidos por cuatro familias y cinco personas; en Merinos cuatro familias y 17 personas; y en Morató una vivienda y tres personas. Asimismo, en los planes Mevir de Piñera y Morató sufrieron daños en sus techos una vivienda en cada complejo, las que serán reparadas por Mevir.
EN MUNICIPIO DE QUEBRACHO
El alcalde de Quebracho, Mario Bandera, informó de daños en varias zonas de su municipio. En Palmar de Quebracho, en el establecimiento de la familia Stefan el techo de un galpón fue levantado en vilo por el viento, cayendo luego sobre la estructura, destrozándose. Asimismo, el depósito aéreo de agua también resultó roto. En el establecimiento de Marcelo Moreira ocurrió algo similar con otro galpón, cuyo techo quedó destruido al ser literalmente levantado y vuelto a la misma estructura en cuestión de instantes. Asimismo, varios árboles terminaron en el suelo. En el campo de Diego Henderson resultó con serias roturas un corredor, un galpón y hubo destrozos en árboles circundantes. La vivienda en la que reside Oswald Martin y su familia, un árbol provocó graves daños al caer sobre el techo.
En Santa Kilda hubo también destrozos en varios establecimientos y en el camino de acceso gran cantidad de árboles quebrados impiden aún un tránsito normal. La electricidad todavía no ha sido restablecida en toda la zona, incluso cuando personal de UTE trabaja prácticamente todo el día, cambiando columnas y restituyendo tendidos eléctricos.
En otras zonas del municipio también hay problemas debido a la falta de electricidad. El principal inconveniente resulta en la falta de agua potable, que en muchas partes del interior del departamento es suministrada por pozos semisurgentes con bombas operadas por electricidad. En villa Quebracho, si bien hubo quebraduras de gran cantidad de árboles, no hubo registros de voladuras de techos ni otras roturas de casas u otras construcciones.
ESCUELA 36 SIN TECHO
Vecinos de Araújo indicaron a EL TELEGRAFO que durante la tormenta del sábado más de la mitad del techo de la Escuela Nº 36 fue arrancado por el fuerte viento y sus chapas, tirantes y otros restos esparcidos por el predio. Asimismo, el tanque de agua también fue destrozado por la fuerza del meteoro.
En la escuela iniciaron clases el viernes pasado nueve alumnos, a cargo de una maestra directora que no reside en el lugar, sino en una estancia de la zona. Según informaron vecinos, al ser consultados, la Inspección Departamental de Escuelas pidió el domingo a los padres que integran la comisión fomento que limpiaran el predio de la escuela porque allí se iban a dictar clases desde ayer, en las dos habitaciones que permanecían con techo, aunque con desperfectos.
Los padres se opusieron a eso --según indicaron-- y en cambio la familia Ifrán, que reside en las cercanías de la escuela, prestó una sala de su casa para que ayer y hoy las clases se dictaran en régimen de emergencia. Si la situación persiste, una empresa forestal estaría dispuesta a proporcionar un lugar donde pudiera continuar, brindándose clases hasta tanto Primaria repare adecuadamente la estructura de la Escuela Nº 36. La inspectora departamental de Primaria, Teresita Gianni, no respondió a los llamados telefónicos y su casilla de correos estaba colmada, por lo que tampoco aceptó mensajes.