Opinion | 01 Mar Acaba de ser firmado el contrato de obra por concesión pública que permitirá solucionar en villa Quebracho un problema de larga data, el de inundaciones repentinas tras fuertes lluvias, debido a la inexistencia o precariedad de desagües pluviales. El costo total de la obra supera el millón cien mil dólares que será financiado con recursos generados en el departamento que luego son vertidos al gobierno central y que este los devuelve parcialmente a través del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), con una contrapartida de la Intendencia de Paysandú.
La obra incluye cordón cuneta y tendido bituminoso doble, en el centro de la villa, las que se sumarán a las seis cuadras con cordón cuneta construidas el año pasado en las inmediaciones de la sede del municipio de Quebracho.
Sin lugar a dudas, es bueno resaltar que estas obras significan un avance en la estructura vial de la villa y que la misma se hace necesaria. Asimismo, también resulta importante dejar establecido que la Intendencia de Paysandú piensa también en el interior del departamento y no solamente en obras que se desarrollen en la ciudad capital departamental.
No obstante, resulta llamativo que se hayan invertido las prioridades en el municipio de Quebracho. Esta es la segunda obra vial y se hace en un período de dos años. Sin embargo, llama poderosamente la atención que se haya decidido dar “piedra libre” a la construcción de calle y cordón cuneta cuando desde hace muchos años se habla que la prioridad para Quebracho es el saneamiento. Y ciertamente lo es, como lo ha demostrado la lucha de toda la comunidad quebrachense, que a través de varias comisiones ha buscado la solución con OSE, participando de esas comisiones siempre representantes de la Intendencia de Paysandú. Por tanto, no puede decirse que la importancia del saneamiento para Quebracho no está en la agenda de la Intendencia ni del municipio. Incluso OSE ha expropiado campos para construir allí el sistema de piletas de decantación de aguas cloacales domiciliarias. No tiene lógica alguna construir calles que luego tendrán que ser rotas para poder instalar el sistema de saneamiento central. Cierto es que corresponde a OSE realizar la inversión y que esta empresa pública no está pasando por su mejor momento y carece del dinero necesario para todas las inversiones que la expansión territorial de la población necesita.
Sin dudas que el municipio de Quebracho está empeñado en hacer obras. Y construir calles beneficia a la comunidad. Pero en este caso implica una inversión desacertada, porque más tarde o más temprano habrá que romper todo para dar paso a la tan esperada obra de saneamiento central en la villa.