Fueron seis años

Deportes | 04 Mar Fabricio Damico decidió dejar vacante su función de director técnico de los planteles de básquetbol del Paysandú Wanderers (Primera División, Sub 20 y Sub 23), y así se lo hizo saber a la directiva, por lo que el entrenador se tomará un año sabático.
“El tema de dejar el cargo lo venía manejando desde el año anterior. Había estado a punto de no arreglar porque yo venía bastante cansado. Los problemas que se dieron este año en la Liga me terminaron de decidir. Si tienes la responsabilidad de trabajar y dirigir en un club como Wanderers, y se hace como yo lo entiendo, tienes que dedicarte al máximo, y eso se hizo desgastante”, explicó.
“Comencé en el 2007 dirigiendo Primera División. Fueron cinco campeonatos de Honor que finalizaron, cinco títulos, y bueno, este que quedó inconcluso. Fueron casi veinte títulos entre Primera División, contando Honor y Preparación, Integración, el “Omar Arrestia”, dos del Regional de la Liga Uruguaya, un vice del Interior, Sub 20, Sub 23, uno de Juveniles, donde Wanderers hacía muchos años que no campeonaba”, contó Damico.
Consultado sobre lo que le dejaron todos estos años dirigiendo al botero, el entrenador comento que “primero que nada me dejó una experiencia de vida muy grande. Me hizo crecer muchísimo. En el momento de dejar Wanderers solo tengo palabras de agradecimiento para la gente que me llevó al club, la que me bancó y ayudó. Me dio además mucha experiencia en el básquetbol, porque yo llegué con muy poca experiencia a nivel de Primera División y ellos me ayudaron a formarme. Me dejó un grupo de personas enorme, un grupo humano espectacular, que costó armar en los inicios porque Wanderers no lo tenía cuando yo llegué en Primera División y en base a muchas personas que trabajaron conmigo lo logramos armar. Creo que hoy día en Wanderers queda con un grupo humano excelente”.
En la primer temporada en la que Damico tomó la dirección técnica de Wanderers, el botero quebró una racha de 11 años sin títulos de Honor en Primera División. “Cuando me contrataron les dije que si era para salir campeón capaz que se equivocaban porque a mí me gustaba trabajar con otros objetivos, aunque también me gustaba ganar. Me dijeron que el objetivo era trabajar. Ese año se formó un plantel de catorce jugadores, ocho eran de las formativas, y se reforzó con un par de jugadores, Valentín Luzuriaga un gran jugador y capitán que me dio una mano bárbara junto con Formeliano. Casi todos los cuadros se habían reforzado, nos costó mucho superar a Pelotaris en semifinales, luego estábamos 2-1 ante Allavena, hubo incidentes y aquel no se presentó. El objetivo primario no era ser campeón y sin embargo se logró quebrar la racha adversa”, contó el entrenador.
El ex director técnico botero aclaró que le hubiera gustado cerrar el ciclo con un título ganado en la cancha. “Tenía confianza, podíamos haber llegado a ser campeones de nuevo. Allavena tenía también un gran equipo. Nos ganamos unos a otros en el año. Lamentablemente llegaron a la Liga dirigentes que no debieron llegar, se hicieron cosas fuera del reglamento. Resalto que entre jugadores y cuerpo técnico de las dos instituciones, nunca hubo ningún problema, cada cual supo reconocer en la hora de ganar o perder. Además habíamos ganado en Sub 20 y Sub 23, hubiera sido lindo repetir en Primera, pero reitero, más que nada jugarlo”.
Sobre su futuro, Damico contó que seguirá trabajando. “Por suerte tengo otras tareas en la educación, la enseñanza, y la tecnicatura de básquetbol formando futuros entrenadores. Mirar mucho básquetbol y continuar perfeccionándome, pero también compartir más tiempo con mi familia”. “Chapatín”