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Paysandú, Miércoles 13 de Marzo de 2013

Tourné promueve más uso de medidas alternativas a la reclusión por los jueces

Locales | 10 Mar La diputada frenteamplista Daisy Tourné calificó de “muy buena” la labor de la Comisaría de la Mujer, destacando el trabajo de la oficial Araújo al frente de esa dependencia, que atendió durante 2012 más de 1.200 denuncias por violencia doméstica y en los dos primeros meses de este año lleva 287 denuncias registradas.
Sin embargo, dijo que “está muy lejos” y que sería bueno conseguir una localización “más accesible y céntrica”, dado que “hay que hacer un gran esfuerzo para ir hasta allá”.
La ex ministra de Interior en el gobierno de Tabaré Vazquez fue recibida por el director de EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro, y repasó diversos aspectos de la situación social y las acciones de gobierno, particularmente en cuanto a la situación de la mujer y los niños.
Tourné destacó la nueva forma de trabajo de la Comisaría de la Mujer, “donde también participa el Mides y otras instituciones” y la posibilidad de tener un refugio para las mujeres que deben irse de su casa, refiriéndose a la casa “La heroica”, que ofrece alojamiento para estos casos en un convenio entre el Mides y la Intendencia.
LAS TOBILLERAS ELECTRÓNICAS
También se refirió, en este marco, a la innovación de las tobilleras electrónicas que se colocarán por orden judicial en las personas que son violentas y no deben acercarse a sus familiares, generalmente sus parejas. “No es una solución, pero es un avance, porque antes el juez daba la orden de medidas cautelares, pero no había control”. Las 100 tobilleras importadas por el Ministerio del Interior se utilizan en cinco zonas de Montevideo en forma experimental y todavía no se utilizan en el Interior. “Son pocas” a juicio de la legisladora, pero “es un inicio”.
Comentó además que la legislación no está adaptada a los delitos de violencia doméstica, y que depende de la tipificación por la gravedad de la agresión. “Es muy antigua, solo contempla la violencia con marcas (físicas) y hay que cambiarlo. Pero hay bastante acuerdo en esos cambios. De todas maneras, dijo que “salir del problema de la violencia doméstica es un proceso largo, porque se precisan también cambios sicológicos” y que muchas veces “es un círculo perverso, que empieza por el destrato verbal hasta llegar a la violencia física, para luego aparecer como arrepentido. Como la mujer ama a esa persona vuelve a creer, pero vuelve también a pasar lo mismo. Y la mujer desarrolla una muy baja autoestima”.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Dijo que no es solamente un problema de esa mujer o de la familias, sino que “es un problema de la sociedad”, aunque “hay organizaciones no gubernamentales que están trabajando mucho, particularmente en Montevideo, aunque algunas están en el Interior y coordinan con el sistema de Salud, las oficinas de las Intendencias o de la Junta Departamental “para brindar contención sicológica a las afectadas por la violencia doméstica”.
“Se ha hecho un fuerte impulso en la formación de quienes deben atender esos casos”, afirmó la diputada, pero “se debe avanzar más en la atención” y que “se ha tratado el tema más como de la Policía que de la Salud Pública, y hay que incluirlo como un problema social a ser tratado por todos los actores de la sociedad, porque no es un problema privado de la pareja. Recién se está pensando así”.
Una de las posibles soluciones que hay, a su juicio, es la creación de grupos de autoayuda similares a los de Alcohólicos Anónimos, respaldado por sicólogos y como están organizadas en Montevideo las “Mujeres de negro”, un grupo de autoayuda.
INCREMENTO DE LA VIOLENCIA
Consideró que no necesariamente hay más hechos delictivos, sino que “se incrementó la violencia” y se ha visto “la pérdida de los códigos de los delincuentes junto a la pérdida de valores de la sociedad”.
En esto influye “el valor familiar, muchas veces en las familias más carenciadas no hay referencias ni responsables. Hoy hay un señor en la casa, mañana otro, no hay ejemplo de trabajo para los niños. Y del otro lado, los chiquilines tienen toda la tecnología que quieren pero están encerrados en el cuarto con el plasma, la computadora o el celular pero no hay conversación ni mesa compartida para hablar en familia, y los padres no saben donde están sus hijos”. Abogó porque “la familia cumpla su rol”. En el caso de los jóvenes que delinquen, sostuvo que deben utilizarse más las medidas sustitutivas a la reclusión, una herramienta poco utilizada por los jueces. “Podrían ser tareas comunitarias que apunten a la recuperación”. Al respecto, recordó que está a estudio en el Parlamento una nueva reforma al Código penal, “que es de 1930”.


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