Locales | 16 Mar Culmina hoy el Sexto Encuentro Nacional de Unidades Departamentales de Seguridad Vial (Udesev), que tiene por sede la Dirección de Cultura. Participan representantes de todas las Udesev del país, de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Udesev), de la Junta Nacional de Drogas y de la Red Nacional de Víctimas y Familiares de Siniestros de Tránsito, entre otras organizaciones.
En la víspera dio comienzo el encuentro, con la presentación de las unidades participantes, la consideración del Sistema Nacional de Tránsito (Sinatran), a cargo del ingeniero Rodrigo Caudullo y la realización de talleres. Hoy se trabajará en las conclusiones de los talleres y del encuentro.
Adrián Bringa, referente en el Interior de la Unasev, reconoció que en Paysandú “habíamos tenido algunos caminos un poco complicados con la unidad”, aludiendo a la integración anterior de la Udesev. Posteriormente “se potenció. Hubo gente muy seria que se puso a trabajar en estos últimos meses. Se han visto ya trabajos de articulación con otros organismos que han sido muy provechosos para toda la comunidad”. Asimismo destacó que “venimos trabajando desde hace años con la Intendencia Departamental de Paysandú, con la Dirección de Tránsito, y sentimos que tenemos un aliado en ese tema”.
Enrique Avellanal, coordinador de la Udesev Paysandú, destacó que para la organización “es un verdadero honor que nos hayan dado la oportunidad de organizar este encuentro en Paysandú”. Haroldo Canoniero, director de Tránsito, dijo que desde ese lugar “tenemos que hacer la doble función de educar, tratando de llegar a toda la sociedad para que se produzcan menos siniestros, y la otra --que es la que menos queremos-- la de fiscalización, aunque sin una fiscalización fuerte tampoco la situación se arregla”. Jorge Bartaburu, director de Movilidad Urbana, indicó por su parte que “esperamos que del intercambio que tengamos en este encuentro, podamos salir con mejores metas, reducir los siniestros de tránsito y concientizar a la sociedad”.
Daniel Hernández, un administrativo de 36 años que reside en Durazno, coordinador de la Red Nacional de Víctimas y Familiares de Siniestros de Tránsito, de la Red de Víctimas y Familiares de Siniestros de Tránsito de Durazno y de la Udesev Durazno, recordó que el movimiento de víctimas y familiares se formó “ante el dolor de un ser querido, entre aquellas personas que decidieron no solamente quedarse en lo que es el sufrimiento de perder un ser querido y tratar de invertir ese dolor en buenas acciones”.
En su caso, un primo hermano fue embestido en el centro de Durazno por un hombre que conducía una moto a una velocidad estimada en 90 km/h con 4.0 de alcohol en la sangre y que fuera procesado sin prisión. “A los dos meses, cuando pudo recuperar la moto, volvió a hacer carreras, a andar libremente. Eso genera mucha impotencia”.
“El objetivo principal de la red”, destacó, “es trabajar en la prevención, en todo lo que pueda encerrar la siniestralidad vial para tratar de reducir el alto número de muertes y no tanto de siniestros”. Entre los logros destacó “tres encuentros con periodistas de todo el país, y vamos hacia el cuarto que será organizado por APU”.
Asimismo, “trabajamos en conjunto todos los departamentos, intercambiando información de lo que estamos haciendo. En Durazno, por ejemplo, hace poco se hizo un simulacro de siniestro que fue presenciado por unas dos mil personas”.
La red promueve e impulsa “la integración de juzgados especializados” en la siniestralidad en el tránsito “para que de esa manera se pueda trabajar sobre una legislación específica que establezca penas realmente duras no solamente para quienes tengan siniestros, que es ya la última etapa, sino especialmente a quienes -por caso- conducen alcoholizados, con alto grado de alcohol en la sangre. Para ellos deberían decidirse penas de varios años en la cárcel, como ocurre en otros países. Hoy se castiga el hecho consumado -y generalmente se dice que la persona estaba fuera de si, lo que es obvio, pero no estaba así cuando decidió empezar a tomar- pero hay que ahondar en la legislación para que haya menos víctimas y menos familiares que carguen toda su vida con el dolor de la pérdida irreparable”.