Opinion | 14 Mar Gran revuelo armó en las redes sociales la afirmación poco afortunada de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al señalar que la diabetes es una enfermedad de gente que tiene alto poder adquisitivo.
En un largo discurso en el que la mandataria del vecino país presentó el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, deslizó una nueva frase para la polémica que los medios de inmediato recogieron. Hablando sobre el yacón, explicó que “es efectivo porque es dulce pero no tiene glucosa”, y por eso puede ser utilizado como endulzante por los diabéticos. “Ustedes saben que hay 80 millones en el mundo que además tienen alto poder adquisitivo. La diabetes es una enfermedad de gente de alto poder adquisitivo, porque son sedentarios, porque comen mucho”, sentenció Cristina. Luego agregó: “Obvio, (el yacón) es para todos, no solamente para los que tienen plata, pero digamos que la diabetes, sí, es una enfermedad de gente de determinado poder adquisitivo”, insistió.
De inmediato los principales medios de comunicación argentinos sacaron a relucir estudios internacionales, así como información oficial de su propio país, que desmiente tal aseveración y demuestran que la relación que la diabetes tiene, justamente, con la pobreza y los contextos desfavorables y que en Argentina los mayores índices de la enfermedad se encuentran en provincias más pobres como Santiago del Estero (15,6%) y La Rioja (12,9%), mientras que el índice más bajo lo tiene la ciudad de Buenos Aires (7,4%).
Según datos del Ministerio de Salud Pública, en nuestro país el 8% de la población es diabética y de ellos, un 20% desconoce que padece esta enfermedad. Además existe otro 8% de la población que tiene grandes probabilidades de ser diabético. De ahí que los estudios de prevalencia sitúen en 16,2 el porcentaje de uruguayos con diabetes.
Estas cifras dan cuenta de la necesidad de estar atentos a este tipo de enfermedades que a veces ni síntomas presentan, realizarse chequeos periódicos, pero también de la responsabilidad de los gobiernos de poner a disposición de la población mecanismos de prevención, diagnóstico y consulta eficientes debido al desconocimiento de la enfermedad en muchas personas que la padecen y el hecho --muy en contraposición a lo que dijo la mandataria argentina-- afectar a muchas personas con bajos recursos. En definitiva, se trata de un tema que necesariamente debe estar en las agendas de la política de salud de nuestros países puesto que al prevenirla se estarán previniendo también muchas otras enfermedades.