Locales | 14 Mar El ex parador “Bárbara”, en la costanera, próximo al Parque de los Niños, fue definitivamente derrumbado por razones de seguridad, y siguiendo un informe técnico de la ingeniera civil Paola Migliónico.
Funcionarios municipales procedieron a su total desmontaje siguiendo las instrucciones del Departamento de Promoción y Desarrollo, cuyo principal, el director general Ramiro Díaz, había solicitado asesoría técnica de Migliónico, tras constatarse que continuaban pernoctando ocupantes temporales que --si la estructura presentaba mayores problemas estructurales-- podrían verse en peligro ante probables desprendimientos o desmoronamientos.
El ex parador “Bárbara” estaba construido con materiales livianos como madera, dolmenit, chapas de yeso y chapones de madera sobre una losa de hormigón que sostenía la estructura y además era el piso de la construcción.
En el incendio del 30 de enero, originado intencionalmente por cuatro menores domiciliados en la zona, que jugaban en el lugar, el fuego afectó el cielorraso, el techo de dolmenit, con derrumbe parcial, así como también algunas partes de las paredes, además de los vidrios de todas las aberturas.
“La estructura quedó muy debilitada porque se rompieron los sostenes de la estructura principal”, dijo Migliónico a EL TELEGRAFO. Ya antes del incendio la estimación del presupuesto necesario para recuperar la construcción -severamente afectada por el vandalismo- era superior a los 100.000 dólares, por lo que tras el siniestro, el costo aumentó, haciendo inviable la inversión debido a la “falta de seguridad en la zona”.
Lo que Migliónico propuso fue mantener un área de cocina y la batería de baños, rodearla con las rejas que hay en el frente y “en el verano que viene, por ejemplo, habilitar en cierto horario esos baños para beneficio de quienes vayan a la playa Nueva, por ejemplo”. Para ello, la batería de baños debe ser reconstruida, ya que también ha sido víctima de actos vandálicos. La casa de madera donde funcionaba el parador “Bárbara”, que cuando fue incendiada tenía abierto un llamado a licitación para su explotación, fue traída originalmente para instalarla en el predio de la Meseta de Artigas en la década de los 80’ por la Intendencia Municipal, cuando el intendente era Walter Belvisi. A mediados de esa década, cuando la misma Administración inició la ampliación de la Costanera hasta Antonio Estefanell, la casa fue trasladada a Paysandú y colocada sobre la plataforma de hormigón. En sucesivas licitaciones, privados la utilizaron como parador, boliche y salón de fiestas.