Opinion | 19 Mar Con la presencia del presidente José Mujica y el embajador de Japón en Uruguay, fue inaugurada en Salto la primera planta fotovoltaica de nuestro país, a través de la cooperación internacional entre Uruguay y la nación nipona, en este caso por un monto de siete millones de dólares y con el apoyo de la Agencia Internacional de Cooperación de Japón (IICA).
La inversión comprende la instalación de 2.240 paneles que ocupan 11.500 metros cuadrados y tiene en sí un carácter más simbólico que efectivo, si se tiene en cuenta que la potencia de suministro eléctrico es de poco menos de medio megavatio, pero tiene la virtud de ser el primer emprendimiento de generación de energía eléctrica fotovoltaica de magnitud para volcar enteramente a la red de UTE.
En su alocución, Mujica destacó que “hemos perdido un platal, comprando en lo que se llama mercado spot, es decir pagando el precio más alto a la región, y menos mal que nos vendían, porque si no la otra alternativa era el apagón”, lo que sintetiza la gravedad del desfasaje entre oferta y demanda de electricidad en Uruguay, y sobre todo el tiempo que se ha perdido sin encarar respuestas válidas en tanto se iba acentuando el déficit.
Ha cambiado además el esquema de consumo, donde tenemos picos de verano similares o mayores a los del invierno, debido sobre todo a la venta masiva de equipos de frío domésticos, lo que indica que en uno u otro momento habrá de coincidir con el gran consumo el déficit en los embalses de los complejos hidroeléctricos, que siguen constituyendo la base de la generación en Uruguay.
Por otro lado, expuso Mujica que el dejarse estar de Uruguay se debió a que “hace diez años nos convencieron técnicamente de que los cambios que había hecho Argentina y su abundancia de gas hacía que la mejor alternativa era comprar energía a ellos, por eso detuvimos el autoabastecimiento”, y agregó que “hace diez años nos comimos la pastilla y buena parte del sistema político era consciente de que habíamos metido la mata”.
Por supuesto, esta no fue la única metida de pata, desde que durante mucho tiempo, aún ante la incontrastable verdad de que no podíamos esperar nada de Argentina, UTE no fue dinámica en la promoción de energías alternativas y ofreció precios muy por debajo a los inversores en plantas de los que pagaba a nuestros vecinos por la electricidad que nos vendían, y ello dilató significativamente las inversiones.
Mucho más recientemente, hay decisión política de promover en grado sumo la instalación de complejos de generación en base a energías alternativas, y en este sentido el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, recordó que la empresa trabaja en todos los sectores de impulsores alternativos para transformar la matriz energética y alcanzar en algún momento un 90 por ciento de energía eléctrica a partir renovable y seguramente no contaminante.
Entre estas alternativas a su vez el director nacional de Energía, Ramón Méndez, mencionó que además de energía fotovoltaica, se apunta y están en marcha emprendimientos en biomasa y energía eólica, así como mini represas en los cursos que así lo permitan, lo que sumado significa el doble de la inversión en UPM y el triple de Montes del Plata.
Es decir que tras la “metida de pata” de hace diez años mencionada por el presidente José Mujica, hay un rumbo ya trazado que debería persistir por encima del partido que asuma el gobierno, porque en el autoabastecimiento energético nos va la vida al desembarazarnos de la dependencia regional, que tan cara nos ha resultado, pese a que ha servido para salir del paso, y disponer de energía suficiente nos permitirá a su vez contar con impulsores para el desarrollo en emprendimientos que requieren de elevada oferta energética.
Pero sobre todo, estaremos liberándonos del alto costo de la factura petrolera, en el marco de esta reconversión, y acompañar el crecimiento con desarrollo tecnológico y generación de fuentes de trabajo con valor agregado.
No menos importante, además, es estimular la autosuficiencia de empresas en cuanto al abastecimiento propio, como ya lo están haciendo las que manejan importantes volúmenes de desechos forestales, y seguir avanzando en una promoción real de la reconversión hogareña y empresarial mediante la instalación de calentadores solares, fundamentalmente en el norte del río Negro, donde hay mayor radiación solar, para encarar significativamente la reconversión de la matriz energética en alto porcentaje ya para un futuro cercano.