Opinion | 22 Mar La idea del gobierno uruguayo, a través de la Cancillería, de “sacudir” el actual estado de estancamiento del Mercosur, tiene bajas expectativas de lograr alguna repercusión, de acuerdo a fuentes del propio Ministerio de Relaciones Exteriores, teniendo en cuenta la “flexibilización” que pide Uruguay para poder concretar acuerdos con terceros países.
Uruguay ocupará hasta mediados de año la Presidencia del Mercosur y desde esa posición busca dinamizar la política exterior del bloque, de acuerdo a lo informado por Búsqueda, y con este fin el presidente José Mujica enviará una nota a sus colegas de Argentina, Brasil y Venezuela, en tanto Paraguay, el cuarto socio fundador del Mercosur, está suspendido tras la decisión política de los presidentes del bloque ante la destitución constitucional del ex presidente Fernando Lugo.
En su momento se planteó, durante la Administración Vázquez, la firme posibilidad de que Uruguay firmara un tratado de libre comercio con Estados Unidos, pero pese a la posición inicial favorable del expresidente, la oposición encabezada por el entonces canciller Reynaldo Gargano logró abortar el acuerdo. Por lo tanto la “flexibilización” que se pide ahora se encamina a evitar que tengan éxito posturas contrarias como las de entonces.
En las últimas horas el presidente José Mujica declaró a La Diaria que va a haber un “replanteo” en el Mercosur y explicó que “me están haciendo una carta en la Cancillería. Tenemos que preguntarnos para dónde va el Mercosur, porque hay una fiebre de acuerdos internacionales que presionan por todos lados. Y como la agenda internacional de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en mi humilde manera de pensar se fue ‘al carajo’, el mundo va a venir ahora, en lo inmediato, a funcionar en bloques. Nosotros tenemos que decir para dónde vamos y qué vamos a hacer”.
El mandatario señaló que discutir la política externa del Mercosur y que se dé más espacio al Uruguay para negociar con otros “son dos caminos que pueden ser complementarios. Si permanece demasiado cerrado, tendremos que pedir cierta libertad de acción. Uruguay por ejemplo puede hacer un acuerdo con Corea, que muy bien nos vendría. Pero lo ideal sería que pudiéramos tener el grado de madurez para lograr un acuerdo del bloque”.
Las reflexiones del presidente son bienvenidas, cuando hasta ahora el Frente Amplio, desde la Administración Vázquez, se ha jugado una y otra vez al “más y mejor Mercosur”, que ha sido siempre peor, y no solo desde el punto de vista del intercambio comercial, sino en cuanto a convertirse en un club de amigos presidentes –alineados ideológicamente--, que cuando se les antoja adoptan decisiones políticas llevándose por delante las normas jurídicas, como hizo en el caso de la suspensión de Paraguay para hacerlo entrar a Venezuela.
El bilateralismo argentino-brasileño tradicional en el Mercosur, que ha impuesto sus decisiones por encima de la opinión de los dos socios menores, ha llevado a que el bloque siguiera encerrado y que los dos grandes acentuaran medidas proteccionistas para amparar sus economías, apuntando a la autosuficiencia, un extremo que está muy lejos de servir al Uruguay.
En este contexto debe tenerse presente que la industria de la alimentación de nuestro país decidió no exportar más a Argentina, debido a los retrasos que se generan en el ingreso de mercadería. Tal es el extremo que el gobierno les había advertido a los empresarios que se olvidaran de ese mercado como destino para sus ventas.
“Señores, olvídense de la Argentina para exportar”, dijo el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, a empresarios de la alimentación durante una reunión que se realizó en setiembre del año pasado, según relató a El País el presidente de la Cámara Industrial de Alimentos Envasados (Ciale) Juan Pedro Flores.
Ya en ese momento, la perspectiva del Ministerio de Economía era que la situación comercial con Argentina no mejoraría, producto de las medidas de restricción a las importaciones que aplica el gobierno de Cristina Fernández.
Las perspectivas de este año confirman los argumentos del secretario de Estado, si se tiene en cuenta que en los primeros dos meses de 2013 las exportaciones hacia Argentina cayeron 9,3% con relación al mismo período del año pasado y la perspectiva de los exportadores es que en este año se deteriore aún más el flujo comercial en esa dirección.
Las cosas con Brasil no han ido tan mal, pero siempre está de por medio la imprevisibilidad de ese país, lo que hace realmente muy vidrioso jugarse a ese mercado cuando de un momento a otro la gran economía del norte, que tiene al Mercosur como un objetivo muy secundario, puede cambiar abruptamente su orientación.
Por lo tanto, hace bien Uruguay –aunque tardíamente-- en apuntar a la “flexibilización”, promover los acuerdos entre bloques a los que han sido reacios los dos grandes de la región, y al mismo tiempo intentar acuerdos comerciales que nos permitan mejorar el intercambio para diversificar mercados y ponernos más o menos a cubierto de los avatares con los que el bloque regional nos tiene siempre en vilo.