Locales | 23 Mar Tras los incidentes ocurridos el jueves en el vertedero municipal, representantes de Adeyom repudiaron lo hechos y pidieron soluciones a las autoridades. Según explicaron, hace ocho años que los trabajadores municipales conviven con los moradores de la zona, recibiendo agresiones físicas y amenazas de todo tipo. “Los funcionarios ya no quieren ir a trabajar”, apuntó el secretario del gremio, Carlos Benítez.
“Nosotros venimos para repudiar los hechos acontecidos el jueves en el vertedero municipal, defendiendo también la integridad de nuestros funcionarios. Ya no es la primera vez que han sido agredidos en ese lugar y en esta oportunidad hasta había armas de fuego. El gremio quiere que esto se solucione, ya sea por la Intendencia o por la vía judicial. Los funcionarios ya no quieren ir a trabajar porque se está tornando difícil”, explicó Benítez.
Según dijo el tesorero Néstor Ruiz Díaz, Adeyom se reu nió con el director de Servicio Emilio Roque Pérez, sub director de la unidad Mauro Soto y el director de Limpieza y Talleres Walter Vergara, para plantearle la situación. “Nos dijeron que hay un expediente en el juzgado en el que se pide un procedimiento del desalojo de esa gente adentro del vertedero, pero no sabemos cuándo se va a cumplir”, expresó. “Lo que nosotros apelamos es que si la justicia tiene que intervenir lo haga, porque llegado el momento va a haber un accidente sin tener mala fe y el perjudicado va a ser el trabajador”, añadió. Al respecto, los entrevistados contaron a EL TELEGRAFO que al llegar los camiones la gente que allí vive “se mete atrás”; además, hay niños, mujeres y ancianos constantemente en el lugar, por lo que los trabajadores municipales deben manejar la maquinaria con cuidado para evitar embestir a alguien. “Ya han habido problemas de maltrato hacia nuestros compañeros, incluso uno de ellos fue golpeado y ahora fueron apedreados y hubo tiros, entonces no hay seguridad en ese lugar”, dijo Ruíz Díaz.
Por su parte, el presidente del gremio, José Taranto, comentó que es normal que se utilice el vertedero para enterrar la mercadería confiscada por Aduana, sin embargo, antes eran pocas las personas que vivían en el lugar --“doce o quince”-- pero ahora ha aumentado mucho, por lo que se ven desbordados. “Y no solamente gente, también hay animales, caballos, vacas, perros, todos los días tenemos el mismo problema. O sea que estamos luchando con un flagelo que nos está haciendo mucho daño, tanto en lo psíquico como en lo físico”, aseguró.
“A nosotros nos preocupa la gente que está ahí, tienen vicios de toda clase: bebida, droga, hay de todo ahí. La gente no está reciclando, sino que hay vandalismo y nos están atacando a nosotros”, añadió Ruiz Díaz. Los trabajadores no quieren ir a volcar residuos por la noche.
En busca de soluciones
En estos ocho años, el gremio ha tocado varias puertas en busca de soluciones. Sin embargo, los representantes no han recibido soluciones a sus reclamos. “Nosotros lo hemos hablado con el intendente en varias oportunidades, con De Los Santos, hemos hecho reu niones específicamente para buscar preservar la salud de nuestros compañeros. Pero no hay soluciones, la Intendencia tampoco las tiene. Nosotros no buscamos culpables, sino que la situación mejore”, dijo el tesorero.
En este sentido, añadió que les comunicaron que existe un proyecto para la construcción de un nuevo vertedero en 2015; “mientras en estos años que nos quedan por delante pueden suceder muchas cosas”, apuntó el entrevistado.
“Lo único que tenemos hoy es el expediente”, señaló. “Nosotros decimos que la burocracia muchas veces retrasa las soluciones, pero ya hace 8 años que estamos y nos parece que la burocracia se ha apelmasado un poco”, concordó el presidente del gremio.
Asimismo, le solicitan al Mides y al INAU que vayan hasta el lugar debido a la gran cantidad de menores de edad que merodean en la zona.
“Antes, el relleno sanitario no era un vertedero sino un parque. Hoy intentamos mantener ciertas plantas pero ya es un basurero. Queremos levantar el espíritu del funcionario que está trabajando ahí y tiene que convivir con la gente y con todo lo que hay ahí”, concluyó Taranto.