Paysandú, Martes 26 de Marzo de 2013
Locales | 20 Mar Según mi análisis, y a su vez respecto a las ideas de los demás que han intentado todo para prevenir accidentes de tránsito, tratando de bajar la cantidad de siniestros, mi punto de vista es distinto y mientras sea para salvar vidas bienvenido sea. Primero, no tendríamos que traer ideas, normas o decretos de otros países, nuestro país es distinto, su gente y costumbres. Segundo, es un país chico con abundantes ríos y arroyos con cientos de puentes; nuestras rutas son distintas, con muchas curvas, subidas y bajadas y cruces de caminos a muy corta distancia unos de los otros.
De acuerdo la geografía de nuestro país, se debería hacer nuestra propia ley de tránsito, con normas nuestras y decretos nuestros. Nosotros no sabemos por qué tal ordenanza se aplica en Estados Unidos; es porque de acuerdo a su territorio y costumbres fue estudiado para aplicarla ahí, en ese lugar. A veces se escucha a la Unasev o algún director decir: “pero esto se aplica o se hace en tal país, lo vamos a hacer acá”, es un error no debería de ser así, es como si un doctor quisiera tratar a todos los enfermos con el mismo remedio. Tercero, tomo por ejemplo la Ruta 24, donde tantos accidentes han ocurrido y tantas vidas ha costado.
Cuando se trabaja en reparación se debería colocar un cartel grande, reflectivo que indique que bajen la velocidad, gente en obra o camino en construcción, primero arriba debe decir peligro y colocarlos a una distancia no menor a 200 metros o 300, en el lugar de trabajo colocar un cartel similar con la palabra peligro y agregar gravilla suelta o media calzada de acuerdo al trabajo la empresa o a quien corresponda. Al dejar las tareas deben dejar los mencionados carteles bien visibles, a una buena distancia. Si eso se hubiese hecho así, la cosa hubiera sido otra, debido al gran crecimiento vehicular existente, principalmente camiones con zorras o similar.
Da la impresión y es realidad que los autos, camionetas y motos se ven perjudicadas en los adelantamientos, siendo muy pocos lugares donde se puede adelantar, contando con segundos para hacerlo. Se le presenta una bajada, una subida o puente o algún cruce y no deben adelantar pero lo hacen, les entra como una desesperación, en vez de esperar una recta que lo habilite según las líneas marcadas en la ruta, al ir detrás de otro vehículo se debe conservar una distancia no menor a 50 metros, según la velocidad, pero se ve a diario andar a alta velocidad, casi pegados. Imagínense que el que va adelante frenara, mejor ni pensarlo. Desgraciadamente la inconsciencia humana no tiene cura, vaya a saber si algunos conductores traen los problemas del hogar o del trabajo a la ruta.
Cada intendente de cada departamento debería algún día de su mandato recorrer todos los caminos y rutas con el director de tránsito --que nunca puede ser cualquiera siempre hay que tener en cuenta que sea mecánico o haya sido, por conocimientos y experiencias--, tomar nota de todos los lugares de riesgo para luego mandar personal para colocar carteles o reparar lo que fuere necesario, siempre dentro de su departamento, y que el otro intendente del otro departamento hiciera lo mismo, se evitarían cientos de accidentes.
Las cabeceras de los puentes deben estar pintadas con pintura reflectiva; hay gran cantidad de ellos cuyos mojones no están pintados, nunca deben estar al descubierto, deberían tener todos la valla deslizante o de lo contrario se convierten en trampas.
También he visto mojones en curvas peligrosas sin vallado, las cuales deberían de tener carteles reflectivos bien visibles, no esos pequeños con una flechita que casi no se ve. Vale decir que todo el Uruguay debería renovar toda la cartelería vial, hacerlos más grandes y visibles y colocarlos en todos los lugares de riesgo y prevención. La mayoría de los que hay están muy viejos; los tiempos han cambiado. Tenemos que tomar conciencia y adaptarnos al ritmo de vida moderna que hoy tenemos.
Quien esto escribe es mecánico de autos y motos con muchos años de experiencia, si piensan viajar o salir de vacaciones les puedo sugerir algo: verifiquen el estado de las cubiertas, la altura del dibujo, la presión de las mismas, revisar que no tengan cortes o roturas, recuerden que ellas transportan al vehículo y a ustedes; revisar frenos, que las cuatro ruedas frenen. Lo pueden hacer entre dos, levantando el vehículo rueda por rueda, levanten el tren delantero y sacudan fuertemente cualquiera de las ruedas para notar movimientos o ruidos. Si pueden pagar un mecánico, mejor.
Revise la dirección, que no tenga juegos excesivos, que el motor no pierda aceite y que su nivel esté correcto.
Verifique el radiador, que esté lleno de agua o agua refrigerante; revise la valvulina de la caja de cambios, la batería, que estén los vasos llenos en su nivel máximo; ver el depósito del líquido de frenos, que esté lleno; ver el sistema eléctrico, luces delanteras alta y baja, posición, luz de freno y señaleros y la tercera luz de freno; todas deben funcionar, inclusive la de la marcha atrás; revisar la auxiliar, que esté en buen estado, que los cinturones de seguridad estén en buenas condiciones, tanto adelante como atrás.
Verifique que el capó cierre bien; es peligroso si se levantara en marcha, lo mismo que cualquiera de las puertas, que el limpiaparabrisas funcione, lo mismo el indicador de nafta, la bocina tan necesaria, herramientas, gato en buen estado, un taco para poner al lado del gato cuando levante --por seguridad--, la llave de cruz, pinza, juego de llaves, destornilladores, cable y alambre, manga para la nafta, bujías, lámparas, balizas, botiquín, trapos para las manos, jabón, agua, aceite para motor, líquido de frenos, un paño rojo, un bomberito cargado, una linterna o portátil a batería. Yo tengo un refrán que dice: “Más vale renegar en casa y no en la ruta”. Sólo quiero ayudar en algo. Gracias. Buen viaje. Héctor Núñez, mecánico
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