Escribe el Doctor Rodolfo Canabal

Locales | 26 Mar Si bien el tema del título ya ha sido analizado, se entiende oportuno, sobre la base de lo anteriormente insertado en esta columna, volver a exponer cómo, cuándo y por qué, fue creada por ley en 1919, según relato del Dr. Juan Andrés Ramírez, formidable periodista que fundó y dirigió el vespertino “El Plata” en 1914 hasta su fallecimiento en 1963; dicho periódico apareció hasta 1968. Hacia 1955 el Dr. Ramírez, en una de las reuniones efectuada, como era frecuente, en la sede del diario, expuso tal proceso según se expone a continuación sucintamente. Hacia la segunda década del siglo precedente, cuando ya la nueva Constitución de 1918 había separado la iglesia del Estado y se mantenía la intensa gravitación en la vida del país del Sr. José Batlle y Ordóñez, dicho compatriota propuso eliminar los feriados religiosos. El Dr. Ramírez, no obstante ser ajeno a sentimientos religiosos, pensó que ello seguramente iba a afectar tales sentimientos de muchos compatriotas, y puso su criterio en conocimiento de su amigo el Dr. Domingo Arena, también compatriota de primer plano, quien además era amigo, tenía igual convicción partidaria y era hombre de confianza del Sr. Batlle y Ordóñez. En su conversación sugirió al Dr. Arena, como fórmula a proponer al respecto, que se mantuvieran dichos feriados pero con una denominación diferente, lo cual el Dr. Arena compartió.
Tal planteamiento dio lugar a amplia negociación, iniciada con el Sr. Batlle y Ordóñez y culminada con el Presidente de la República Sr. Feliciano Viera, con aprobación de la propuesta del Dr. Ramírez, pero bajo la siguiente condición del Presidente Viera: que se diera carácter de feriado a todos los días de la Semana Santa. Finalmente, por ley Nº 6697 de 1919, se aprobó el criterio propuesto y tal exigencia del Presidente Viera, y se dio el nombre oficial de “Semana de Turismo”, a la “Semana Santa”.
Si fue o no conveniente tal declaración oficial de feriados a todos los días de la semana, aunque sean “laborables”, lo cual hace optativo de las empresas trabajar o no durante su transcurso, es algo que generó opiniones dispares.
A favor se sostiene que incidió favorablemente para el desarrollo del turismo a escala nacional, además de permitir a las familias de los trabajadores compartir tales días en que no se trabaja cuando se concede licencia durante la semana, práctica que tiene cierta extensión. Además se entiende que la paralización de toda la semana queda compensada por la recuperación de energías, y se ha señalado adicionalmente que en otros países sólo son feriados jueves y viernes, pero la actividad de toda la semana se desenvuelve habitualmente a ritmo lento, lo cual es cierto según quien escribe lo ha advertido varias veces. También se señala que hay países en los cuales los feriados que caen en domingo se trasladan al lunes y se agrega que muchos de ellos tienen más feriados que en Uruguay. No es posible dar una opinión que asegure dónde está la verdad acerca de si fue lo más conveniente, pero a más de noventa años de implantado su régimen no se conoce que exista intención de alterarlo, máxime después de que en los últimos años se ha dispuesto el funcionamiento de varios servicios públicos y bancarios en lo estrictamente necesario para asegurar los --en verdad-- pocos trámites que se requieren durante el transcurso de la semana.
Tales los conceptos que relativamente al régimen de la Semana de Turismo se entiende, además de oportuno, pertinente formular.