OPINIÓN

Locales | 24 Mar A los uruguayos
y al mundo
Muy feliz me hizo que el máximo pastor de la Iglesia de mi fe nació en la nación “hermana” de mi pequeño Uruguay. Más allá que su Santidad Francisco I es el papa “universal”, él nació en Argentina, y “no me molesta en absoluto como los argentinos señalan eso”, euforia que “con simpatía yo comparto” desde mi pantalla de TV. ¡Bien por los argentinos! Y que Dios ayude al nuevo gran líder cristiano de todos los cristianos en esa antigua, siempre brillante, eterna, “y viva”, fe celestial - espiritual. Pero más allá de todo eso, que veo con buenos ojos, lo que siempre me dolió y me duele es la envidia, la envidia cruel y despiadada. ¿Por qué a los argentinos “les duele” que Carlos Gardel es uruguayo? ¿Y por qué prefieren que él haya nacido casualmente por aquellos días en Francia? Eso me duele, y que día a día; ¡el mundo está enfermo de envidia! Y eso es malo y en “el más allá” será castigado por Dios. ¿Pueden ir a las regiones de la luz, de la paz y del amor los que llevaron el alma con chispas de odio? Sí, por justicia, seguramente Dios perdona, empero ¿por injusticia y ambición? Además ¿por qué mirar la paja en ojo ajeno y no ver la viga en nuestros ojos?
Se hacen tantos aspavientos por las Islas Malvinas y se habla de colonización, cuando dicho país nos tiene nuestra propia isla Martín García colonizada por esa enorme nación Argentina que tantos lugares turísticos tiene y nuestra isla, para nuestro país sería un pequeño pero valioso aporte económico. Me gustaría que su Santidad Francisco I leyera esta solicitada pública para saber su opinión. ¿Respondería cómo Jesús, su representante en la tierra: “Al Cesar lo que es del Cesar”?
Mauro Lezcano Bottaro