Rurales | 25 Mar Resultados muy atractivos tanto en volumen de pasturas como en el resultado final de producción de carne por hectárea, se obtuvieron en las primeras evaluaciones de los sistemas de producción bajo riego en el Centro de Investigación y Experimentación “Don Alejandro Gallinal” (Ciedag) del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), en el campo de Cerro Colorado, departamento de Florida.
Los resultados fueron presentados este miércoles durante una lluviosa tarde en las instalaciones de la institución. El sistema fue instalado en el año 2010 y están surgiendo ahora los datos de los comportamientos productivos alcanzados en las áreas regadas por pivot e irripod, tras el análisis de los costos fijos y variables --en los que tienen un impacto importante los energéticos-- y, paralelamente, se evaluaron los niveles de producción alcanzados.
Se constató en base a los gastos reales del sistema en funcionamiento en el Ciedag, que las inversiones se ubicaron en U$S 3.250 por hectárea, lo que permitió una producción de 1.100 kilos de peso vivo de corderos y una rentabilidad estimada en U$S 1.035 por hectárea, explicó a la concurrencia el ingeniero agrónomo Carlos Salgado.
Toda la información se pondrá a disposición de los productores en una próxima publicación que realizará el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), cuyos técnicos son los principales responsables del desarrollo de los sistemas. “Nosotros sabemos de ovejas”, enfatizaron los asesores del SUL.
La reunión contó con la presencia del subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), ingeniero agrónomo Enzo Benech --quien asistió en representación de Tabaré Aguerre, que estuvo presente en la inauguración del sistema de riego dos años atrás--, además de muchos productores de la región y técnicos de diversos organismos.
Al final del encuentro el presidente del SUL, Joaquín Martinicorena, planteó que se seguirá trabajando, respondiendo especialmente a las inquietudes respecto al sistema de riego por gravedad que, por razones de costos, es adoptado primeramente por los productores.
Martinicorena se comprometió a continuar sumando esfuerzos entre los institutos de investigación vinculados a la producción agropecuaria, para continuar avanzando en el desarrollo de tecnologías que demandan los productores.
combinaciones
Las diversas combinaciones de especies forrajeras implantadas en los sistemas de producción bajo riego desarrolladas en el centro de investigación experimental del SUL produjeron, en unos casos, volúmenes anuales muy próximos a 20 toneladas de materia seca por hectárea y otros hasta 26 ton/MS/ha.
El ingeniero agrónomo Daniel Formoso, técnico del SUL, de reconocida trayectoria también como asesor privado en materia de producción de pasturas, explicó que se eligieron especies con mucho conocimiento previo, para utilizarlas como base en la producción de riego.
Con estas especies, como el trébol utilizado desde hace 50 años por muchos productores y las festucas, que se usan desde los años 90, no hubo necesidad de implantar un área testigo en secano, para --en el momento de desarrollar el trabajo de extensión--, hacer la comparación con la producción bajo riego, explicó Formoso.
Partiendo de esa base se implantaron áreas con achicoria y trébol rojo que en el período de enero de 2012 dio una producción de 20,6 ton/MS/ha; raigrás Banquet II más trébol rojo que produjo 18.2 ton; festuca Rizomat más trébol blanco que logró la máxima producción de 26,3 ton y festuca rizomat con lotus Maku, que aportó un volumen muy similar, de 25.9 ton.
Con estos volúmenes cae la eficiencia de uso, sostiene el informe de Negocios Ganaderos. En algunos casos hay una alta utilización de hasta 60% y en otros menor, del orden del 40%, tratando siempre de maximizar el rendimiento animal, explicó el técnico.
Aunque el objetivo de los ensayos es la invernada de corderos, en el caso de las áreas que incluyen festuca se hace pastoreo mixto de ovinos y vacunos, a efectos de homogeneizar la pastura. Dado que la festuca es un material de muy alta producción y alto contenido en fibra, por lo que los corderos eligen preferentemente las leguminosas, el vacuno contribuye a realizar un mejor aprovechamiento y producción, explicó Formoso. Ambas especies funcionan en estos casos como complementarias y no como antagónicas, naturalmente con un manejo adecuado.
En el caso de pastoreos exclusivamente con ovinos, hay períodos con altas cargas por hectárea. Es el caso de las áreas con lotus Maku, que por su comportamiento admite muchas bocas. En estos ensayos, en el primer pastoreo en primavera --cuando la pastura está en pleno crecimiento-- se usaron cargas moderadas de 30 a 34 cabezas y luego desde mediados de verano a comienzos de otoño se aumenta la dotación hasta 45/50 animales por hectárea.
Con relación al nivel de fertilización, Formoso aseveró que se debe aportar el máximo nivel de nutrientes para --con las condiciones hídricas adecuadas que proporciona el riego--, aprovechar todo el potencial productivo de estas especies.
números
El ingeniero agrónomo Carlos Salgado puso sobre la mesa los números finales de los costos del riego: pasturas más riego ascienden a U$S 717 por hectárea, con una producción de 1.013 kilos de cordero en pie, dejan un margen de U$S 1.035 por ha.
La decisión final de la inversión será de cada productor, luego del análisis financiero del emprendimiento, a través del cual se determinará en cuánto tiempo recuperará la inversión y la necesidad de dinero que deberá disponer para sostener el programa en los primeros tiempos, hasta que comience a generar ingresos.