Deportes | 26 Mar El pedalista Héctor Fabián Aguilar, defensor del Club Porongos de Flores, se impuso en la cuarta etapa de la 70ª edición de la Vuelta Ciclista del Uruguay que en la víspera uniera el mojón 65 de la Ruta 26 con la ciudad de Paysandú en un recorrido total de 120 kilómetros.
En la clasificación general el brasileño Murilo Ferraz mantuvo la malla oro de puntero. Lamentablemente luego de que el abigarrado pelotón pasara la línea de sentencia, uno de los competidores embistió a nuestro fotógrafo (ver nota), produciéndose una caída, donde los más perjudicados resultaron Ignacio Maldonado defensor del Fénix, y Diego Bentancour del Maroñas, quienes rápidamente fueron trasladados a un nosocomio local para su atención. La etapa, que fue la más corta de la Vuelta, se corrió a un promedio superior a los 42 kilómetros por hora.
Varias fueron las incidencias que se registraron, hasta que un grupo de corredores integrado por el sanducero Rafael Ferrero, de buena carrera, Rodríguez, Moreira, Tolosa, Duarte, Larrama y Merdeiros se fue hacia adelante sacando una diferencia superior a los dos minutos.
En tanto la carrera se aproximaba a Paysandú, el pelotón fue incrementando el ritmo en la persecución y consecuentemente las diferencias comenzaron a decrecer. Ya dentro de los últimos kilómetros, pese al esfuerzo de los punteros por no ser alcanzados, pudo más el trabajo combinado del pelotón donde viajaba el líder de la carrera, el brasileño Ferraz, que así llegando en el grupo mantuvo su condición de puntero. Un gran contingente de espectadores se hizo presente en Avenida República Argentina en el cruce con Joaquín Suárez para presenciar la llegada. El gran pelotón hizo su ingreso en la recta final y allí en un espectacular y muy apretado embalaje. Héctor F. Aguilar impuso su sprint para ganar con autoridad superando a Gaday y Clavero, respectivamente. Hoy se disputará la quinta etapa que unirá Paysandú con Trinidad. “Chapatín”
Clasificaciones Cuarta etapa. 1º Héctor Fabián Aguilar (Porongos) 2h56’43”, 2º Julián Gaday (Provincia de Buenos Aires), 3º Christian Clavero (Ironage, Brasil), 4º Bilker Castro (Cerro Largo), 5º Ignacio Maldonado (Fénix). General: 1º Murilo Ferraz (DataRo, Brasil) 12h12’55”, 2º Christian Egidio Da Rosa (DataRo Brasil) a 5”, 3º Richard Mascarañas (Alas Rojas) a 3’48”, 4º Edgardo Simón (Ironage) a 3’54”.

CONTINUARÁN EN CARRERA
En el correr de la tarde y noche de ayer nos mantuvimos atentos a lo que fueran las evoluciones en su estado de salud de los ciclistas accidentados en la llegada de la Vuelta a Paysandú, Ignacio Maldonado del Club Fénix y Diego Bentancourt del Club Maroñas. Maldonado sufrió un corte en su cabeza quedando incluso conmocionado, mientras que Bentancourt experimentó un fuerte golpe en la cadera. Ambos fueron atendidos por los médicos de la competencia y luego trasladados a un nosocomio local donde fueron examinados.
Posterioremente, al evolucionar bien de las lesiones y golpes recibidos, fueron dados de alta.
Esto de acuerdo a lo manifestado por el presidente de la Federación Ciclista Uruguaya, Federico Moreira, quien nos tuvo al tanto de la situación más allá de lo que por nuestra cuenta consultamos en el nosocomio respectivo.
Moreira contó a EL TELEGRAFO que para seguir en competencia se requiere de la autorización del médico de la carrera. En estos dos casos, era muy factible que los dos ciclistas pudieran continuar hoy en carrera, algo que nos alegra. “Chapatín”

UNA CAÍDA QUE LAMENTAMOS
CUANDO TRABAJAR ENTRAÑA UN RIESGO
A la llegada de la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista del Uruguay a Paysandú, sucedió lo que uno nunca quisiera que pasara.
Los ciclistas vinieron a definir en un vibrante embalaje y metros después de pasar la sentencia, uno de ellos colisionó con nuestro fotógrafo Andrés Sánchez, quien estaba cubriendo la parte gráfica de la carrera. Esto determinó una caída colectiva donde resultaron lesionados dos ciclistas, Ignacio Maldonado y Diego Bentancour, pero también el propio Sánchez. Como se estila en este tipo de competencias, varios metros previos a la línea de la sentencia y algunos más después de ella, se coloca un vallado, uno en cada cordón, de manera que los corredores puedan arribar sin problemas, más allá del peligro que significa la llegada de un pelotón numeroso embalando.
El fotógrafo estaba trabajando en el extremo del vallado en la zona donde puede registrar las notas gráficas sin ser obstruído por el público, único por otra parte que tienen los fotógrafos, ya que no se instalan plataformas que realmente pudieran cumplir esa función sin riesgos para nadie.
Pero vale tener en cuenta también que los comisarios, los jueces de llegada y en ocasiones algunas otras personas, se ubican precisamente en el espacio que queda entre las dos vallas, o sea por el lugar que transitan los corredores, de manera de poder controlar como corresponde la llegada y las posiciones que ocupan.
También allí se generan riesgos. Esta vez le tocó vivir la situación al reportero gráfico y a dos ciclistas. Lo lamentamos por cierto. Pero sería prudente ir pensando en buscar la forma de encontrar una solución. Vale pensarlo para la próxima competencia, y más si tiene la magnitud de la Vuelta. “Chapatín”