Rurales | 28 Mar En la propia estación experimental del INIA La Estanzuela y campos cercanos, se ha detectado un foco de roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi). Los focos identificados no son extensivos y no representan una amenaza para el cultivo.
El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria ha emitido el comunicado con la advertencia para que los productores y técnicos estén enterados de la situación y “puedan hacer un seguimiento más cercano y periódico de sus chacras, principalmente en las sojas más tardías o de segunda”.
“Las sojas de primera, de siembras de fines de octubre a noviembre, que en este momento se encuentren en estadios superiores a R6 o etapa de maduración no deberían presentar riesgos ante la enfermedad”, añade el comunicado.
De acuerdo a lo difundido por el INIA, el síntoma de la enfermedad “se reconoce como pequeñas manchas necróticas en las hojas inferiores del cultivo”.
“La misma se puede confundir con la mancha marrón (Septoria glycines) o con la pústula bacteriana (Xanthomona axonopodis)”. “Para asegurarnos que es roya, debemos observar con una lupa en el envés de la hoja pequeñas estructuras con forma de cañon con una esporulación beige-amarillenta que posteriormente se torna marrón”.
El control de esta enfermedad puede realizarse con triazoles o mezcla de triazoles con estrobirulinas. El control puede integrarse junto con otras enfermedades de fin de ciclo, agrega el INIA.