Rodeado por policías e inspectores

Policiales | 23 Mar Un automovilista permaneció durante una hora encerrado en su vehículo luego de ser interceptado por policías e inspectores de tránsito tras cruzar en rojo todos los semáforos de 18 de Julio, a primera hora de la madrugada de la víspera.
Según información extraoficial, personal de la División de Movilidad Urbana divisó, a la altura de Cerrito, un automóvil Honda modelo 86, matrícula antigua de Paysandú, que circulaba por 18 de Julio sin detenerse ante los semáforos en rojo. Los inspectores comenzaron a seguirlo e intentaron interceptarlo pero, sin prestarles atención, el automovilista continuó por la principal arteria de tránsito, por lo que se solicitó la colaboración de la Policía. Personal de Radio Patrulla y de la Seccional Segunda lograron dar alcance al automovilista a la altura de Silverio Martínez. Su conductor descendió un instante, pero cuando los inspectores le comunicaron que el auto sería incautado, inmediatamente volvió a introducirse en él y permaneció en su interior junto a tres hombres que lo acompañaban y que compartían una cerveza.
Pese a que la boleta de incautación del vehículo ya había sido confeccionada, su conductor se negaba reiteradamente a descender. Ante la insólita situación, al lugar concurrieron los dos cabos que estaban a cargo del turno en la citada comisaría para tratar de convencerlo de que descendiera del vehículo, pero no obtuvieron resultados ya que el hombre les comunicó que permanecería dentro de su auto. Impedidos legalmente de hacer uso de la fuerza para extraerlo del vehículo, ya que el individuo no había cometido delito alguno, el personal policial comenzó a considerar la posibilidad de comunicar la situación al magistrado de turno, para que adoptara una decisión al respecto. No obstante, antes de llegar a tal extremo, los policías optaron por dialogar nuevamente con el automovilista en infracción hasta que éste, una hora después de haber sido interceptado, accedió a descender del vehículo junto a sus acompañantes y a someterse incluso a la prueba de alcoholemia, que arrojó 19,1 decigramos de alcohol por litro de sangre. Ya en poder del vehículo incautado, los inspectores de Movilidad Urbana lo trasladaron a dependencias municipales.