OPINIÓN

Locales | 31 Mar ¿De qué quiere hablar
el Sr. Edil Ing. Agrimensor Ramón Appratto?
Es claro que en lo que se refiere a la aritmética está fuerte. Sabe restar y sumar. Pero en realidad la política es algo más que eso. Sobre todo si se hacen cuentas que oscurecen.
Si miente por ignorancia desde ya, está perdonado. Si lo hace para conseguir algún rédito político o para ocultar lo inocultable, está abriendo una portera donde llegará al abismo del más repudiable clientelismo (incluido el familiar).
Sería bueno debatir democráticamente, con la verdad, y sobre todo con algo que es una materia que no se en algunos ámbitos: cristalinidad.
No vamos a entrar en el juego de la ensalada de números que Ud. pretende. Si Ud. no sabe lo ilustro. Y si sabe se lo recuerdo.
Es cierto, el ingreso al Estado estaba cerrado antes de llegar Tabaré Vázquez al gobierno. Bueno en realidad, lo que estaba cerrado era la puerta democrática. La de la sana competencia entre iguales. La cristalina. La que para competir por un empleo público “naides era más que naides”.
Pero Ud. sabe que se olvidaron de cerrar las ventanas y así con los vientos que arreciaron, quizás porque el cambio climático ya se instalaba, entraban cientos y cientos de personas a trabajar al Estado.
Algunos eran hijos de (le suena), otros amigos de, la mayoría en el rubro clientes. Y las formas de contratación fueron variadas.
Es cierto, nosotros rompimos, removimos esa traba imaginaria para ingresar y pusimos a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones. Pero además tuvimos que “desfacer entuertos” cual Quijote. Pues los que Uds. habían hecho ingresar de forma vergonzante, ya tenía en la administración pública años de actividad.
Había dos posibilidades. Una conocida y “tradicional” los que no míos se van y yo traigo a mis correligionarios.
¡¡Qué escándalo!! ¡¡Nos están persiguiendo!! ¡¡Se están apropiando del aparato del Estado!!
Otra era comenzar a regularizar a los que por los vientos se habían colado por las ventanas. Claro, Ud. que sabe hacer cuentas entenderá que si los cambió de columna y dejan las viejas y variadas formas de contratación que inventaron los debo sumar como funcionarios, aunque ya existieran adentro del aparato del Estado.
Los que ingresaron con nuestros gobiernos, nacional y departamentales lo hacen por sus capacidades pero en libre competencia con sus iguales.
¿Ud. se anima a contratar qué diferencias hay entre las Intendencias en manos de los PPTT y los que gobierna el FA en esta materia? Sería un excelente ejercicio.
Pero como su preocupación además es obtener fondos para los gobiernos departamentales, su imaginación no cesa. Es natural que Ud. hable poco con los Intendentes. Porque es nuestro parecer que no están tan incómodos con el gobierno nacional.
Ni en lo que reciben puntualmente desde que el FA gobierna, ni en esta nueva forma que por imperio de las circunstancias recibirán.
¿Sabe lo que a nosotros nos gustaría? Que en cada obra que se haga en cada departamento, se diga en un cartel (no muy grande) ¡Esto fue posible por la financiación del gobierno nacional! Yo comprendo que cuando se está construyendo un País de Primera, sea difícil ser oposición. Pero siempre hay que cuidar las palabras porque a veces sucede lo del cuento y de tanto mentir: crece la nariz.
Luis Lopardo, Juan Laca, Francisco Gentile, Patricia Volpe, Enrique Avellanal