Rurales | 30 Mar La decisión de productores del sur del país de tirar la leche ante la prolongación del conflicto gremial en el sector industrial, no es compartida por las gremiales lecheras de Paysandú, quienes recordaron cuando en el año 2002 y ante problemas generales del sector, decidieron repartirla entre la gente y no llegar a este extremo.
Ante la falta de soluciones al conflicto sindical en el sector lácteo, las empresas se aprestan para tirar leche en los próximos días y en ese sentido realizaron contactos con la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) para definir el protocolo a seguir en estos casos. El ingeniero agrónomo Roberto Ceriani, presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (APLPE), dijo a EL TELEGRAFO que de ocurrir esto “sería un error garrafal”. Recordó que en 2002, un año complicado para la lechería, se tomaron varias medidas pero nunca la posibilidad de tirar la leche.
“Antes de llegar a ese extremo es preferible regalarla a la gente que tirarla”, aclaró el dirigente. De todas maneras sostuvo que la información la conoce a través de la prensa pero “no escuché a ningún productor decir que va a tirar la leche”.
Aclaró que “en Paysandú y en la cuenca del litoral norte no se han presentados retrasos ni inconvenientes en la actividad de los camiones de levantar la leche de los tambos, y no tenemos información de que puedan surgir problemas”.
Aclaró que la leche de los productores de la región remitentes a Conaprole “va a la planta de Mercedes, y en su defecto cuando esta se topea o tiene algún problema va a Villa Rodríguez o alguna otra planta, pero aquí en esta zona no tenemos inconvenientes”. Por su parte el doctor Daniel Belassi, presidente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP), apoyó la posición de Ceriani, indicando que “tirar la leche no es lo más apropiado y siempre hay otras medidas para adoptar en estos casos”. El médico veterinario y dirigente gremial, sostuvo a EL TELEGRAFO que “más allá que es un conflicto de Conaprole y nosotros somos remitentes a otras industrias, confiamos en que no se llegará a este extremo y que el conflicto de los trabajadores de la industria láctea tendrá pronto buen fin”.
colapsando
Varios productores manifestaron a El País el pasado miércoles que los tanques refrigerados en los tambos más pequeños están a punto de colapsar por la acumulación de leche, debido a la jornada de trabajo a reglamento y la cancelación de las horas extras dispuestas por la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).
Eso genera un enlentecimiento en el sistema de recolección de la producción láctea, lo que hace que los tamberos no puedan entregar la leche y deban guardarla. Si no hay avances en la negociación entre trabajadores, empresarios y Ministerio de Trabajo, las industrias están preparadas para deshacerse del producto.
Un empresario manifestó que las medidas sindicales generaron “distorsiones en toda la cadena” y que se dialoga con técnicos para “ajustar” los protocolos de actuación en caso de ser necesario. “No levantar la leche en tiempo y forma perjudica a los productores y tiene efectos enormes para el ganado”.
Debido a que la leche que no se pasteuriza no es apta para el consumo humano, al no ser procesada en las plantas debe ser desechada. Las negociaciones entre las partes no han tenido avances y se espera que por lo menos hasta el martes 2 de abril, cuando volverán a reunirse, existan novedades.