Paysandú, Jueves 04 de Abril de 2013
Locales | 01 Abr Tras permanecer más de un mes varado en la zona de la isla de Pepeapají, cerca de la desembocadura del río Queguay, el carguero salteño Amambay se encuentra en un astillero de Montevideo a efectos de la inspección y eventual reparación del casco, con perspectivas de trabajar en el transporte de granos en el futuro inmediato.
Así lo destacó a EL TELEGRAFO el empresario Ruben Silva, de la empresa salteña Gibamar, propietaria del buque, que en oportunidad del siniestro transportaba su segundo viaje de 600 tonelaldas de trigo desde el puerto de Salto al de Nueva Palmira, para la exportación del grano.
Durante una fuerte tormenta, vientos de casi cien kilómetros por hora desviaron al buque del canal del río y lo llevaron a un banco de arena en Pepeapají, donde estuvo varado más de un mes y pudo finalmente ser extraído mediante la ayuda de la refuladora sanducera Renemar, al mismo tiempo que subía el río y permitía que fuera cinchado para zafar de la varadura.
Silva destacó que los exportadores de trigo salteño buscaron la salida de la producción en tiempo y forma por otra vía, ante la situación del buque, pero a partir de los próximos días considera que la nave estará en condiciones de transportar cargas a granel por la hidrovía del río Uruguay.
Expresó que “en este momento estamos atendiendo las consecuencias de la varadura. Debido a las disposiciones reglamentarias tenemos que pasar a varadero al buque para la revisión del casco. Como fue en un arenal prácticamente no hay daños en el casco, ni tampoco se afectó la carga, y lo único que ocurrió fue que se demoró la entrega del trigo”.
“Vamos a tener igualmente unos quince días de reparación de las deficiencias que puedan haberse registrado como consecuencia de haber encallado, e inmediatamente vamos a realizar el ofrecimiento de los servicios de transporte. Una vez terminada esta etapa estaremos atentos a las cargas que surjan, a la demanda de servicios pluviales”, explicó.
Acotó que “se prevé que haya una importante producción y seguramente el tema del transporte fluvial va a ser una opción muy importante para los productores. Por lo pronto nosotros vamos a separar lo que fue el servicio que se vio interrumpido por el accidente fluvial, que es común en cualquier parte del mundo, como lo han señalado los peritos que han venido, aunque no hay remolcadores, la refuladora que nos auxilió fue un gran aporte después de varios días de haber estado varados”.
Señaló que “ya culminó la exportación de trigo, y los que vienen en esta época del año son maíz y soja fundamentalmente. Estamos optimizando ahora el estado del barco y esperamos quedar en óptimas condiciones para ofrecer nuestros servicios”. A la vez indicó que no sería extraño que hubiera que reparar algunos elementos del barco debido a que desde 2010 no ha tenido reparaciones y las autoridades uruguayas “están pidiendo cumplir una serie de requisitos como se hace con todos los barcos, es decir cada dos años la mayoría entra a dique o recibe una inspección de casco y máquinas o servicios de seguridad”.
“Vamos a aprovechar este tiempo para dejarlo en excelentes condiciones”, sostuvo el empresario.
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