Deportes | 01 Abr Se escribió otra página dorada de una riquísima e inigualable historia. La 64ª edición de la Regata “Meseta de Artigas - Paysandú” se cerró el fin de semana con una llegada digna de lo que es la competencia náutica más importante del país y de la región, con una pelea cabeza a cabeza entre quienes pugnaban por quedarse con la segunda etapa y, en el caso de la sanducera “Morocha”, con la cinta azul, objetivo que finalmente cumplió.
El colonense “Mavic 2” fue otro de los grandes protagonistas. La embarcación se quedó con el título de esta regata edición 2013, logrando además el primer puesto en la Serie C, en ambos casos por tiempo corregido, tras cerrar una excelente performance a lo largo de las dos etapas de las que constó la competencia.
El viernes fue tiempo de izar las velas y zarpar desde la Meseta de Artigas rumbo a arroyo Malo, punto de transición establecido.
Fueron 35 kilómetros intensos, a lo largo de los cuales la flota, compuesta por 67 embarcaciones, debió lidiar con la ya clásica falta de viento intenso.
Eso sí, en esta ocasión los veleros contaron con la complicidad de la corriente, teniendo en cuenta la altura del río.
Igualmente esa primera etapa no fue lenta, ni mucho menos más allá de un viento leve, predominante por popa, soplando desde el Noroeste.
En el agua, “Morocha” comenzó a sacar ventaja después de los primeros kilómetros, lo que le permitió a la tripulación llegar primera a arroyo Malo, con relativa tranquilidad.
El sábado, en tanto, el viento siguió solpando de forma suave, aunque en varias ocasiones terminó casi por desaparecer, lo que obligó a las tripulaciones a estar atentas a las rachas y a desplegar toda la habilidad en el agua.
Esos 51 kilómetros, hasta llegar a Paysandú, fueron intensos en cuanto al trabajo desplegado por los navegantes.
Para colmo, antes de llegar frente a Colón el viento prácticamente desapareció. A esa altura, ya eran cuatro los veleros que peleaban en una lucha cuerpo a cuerpo por el segundo puesto. Y así cruzaron por debajo del puente, intercambiando posiciones.
Por eso, el final fue para el infarto. Para colmo, mientras quedaban los últimos metros a recorrer y los oficiales de regata esperaban para ver cuál sería el primero en cruzar la meta, los veleros de menor porte comenzaron a asomar en buen número, conformando un colorido pelotón en búsqueda de salir airosos en la otra lucha planteada, la que cuyo resultado se conocería una vez que se corrigieran los tiempos y se definiera al vencedor de esta nueva edición de la regata organizada por el Yacht Cub Paysandú.
El espectáculo final, que fue apreciado por un público importante frente a las costas sanduceras, fue indescriptible.
Digno de una regata que sigue haciendo historia y que, pese al paso de los años, demuestra que está más viva que nunca.