Opinion | 09 Abr La Sección Limno­logía de la Facultad de Cien­cias, la Facultad de Química, OSE, la Dirección Na­cional de Medio Ambiente y el Instituto Clemente Esta­ble realizarán por primera vez un estudio conjunto para conocer la real magnitud del problema de las algas verdeazuladas o cinobacterias que afectan numerosos cursos de agua en el país.
La inquietud surgió luego que una concentración de algas provocara mal olor y sabor en el agua que OSE suministra en Montevideo, aunque como bien sabemos los sanduceros el problema de las algas afecta durante buena parte del año también en esta zona.
El estudio, aprobado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, se realizará en el marco de un proyecto para investigar qué ocurre en los cursos de agua de Uruguay con el crecimiento rápido y masi­vo de algas potencialmente tóxicas.
De acuerdo a lo anunciado por los especialistas, se hará una recopilación de información existente sobre el tema, y a la vez un mapeo de situación sobre las floraciones de cinaobacterias identificando las zonas más afectadas.
Según informó Búsqueda, en paralelo a esto, OSE y la Facul­tad de Ciencias comenza­rán a trabajar en conjunto en un “sistema de alertas tempranas y estudio de la evolución de la cuenca” de Santa Lucía, ya que hoy OSE toma muestras en el río a 50 kilómetros río arriba de la planta de Aguas Co­rrientes y pretende, junto a los técnicos de la facultad, hacerlo “más arriba”, para poder detectar antes fenó­menos de este tipo.
Bueno sería que este tipo de estudio también se realizara en el río Uruguay, al menos en las zonas que sean identificadas como más críticas, puesto que es un curso de agua que en los últimos años ha presentado floraciones en diversas épocas del año. Teniendo en cuenta que las ciudades litoraleñas toman agua del río --aunque las bombas de extracción no suelen estar en la orilla sino donde hay mayor corriente y por lo tanto mayor capacidad depuradora del propio río-- es importante contar con estudios científicos locales que permitan informar a la población en forma fehaciente.
Por otra parte, consideramos que la existencia en la región litoral de organismos binacionales que están trabajando en el monitoreo de floraciones algales, como es el caso de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) y la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande, permitirá aportar datos estadísticos que servirán como muestra de base a seguimientos posteriores, además de facilitar el trabajo inicial de relevamiento de datos.
En ese sentido, es que afirmamos que las poblaciones del litoral afectadas desde hace bastante tiempo por las floraciones algales en el río Uruguay, necesariamente deben estar incluidas en los estudios que sean realizados.