Paysandú, Viernes 19 de Abril de 2013
Rurales | 19 Abr En el marco de la pasada Expo Melilla, el ingeniero agrónomo Andrés Cantatore, de la Consultora Cuatro Hojas, se refirió a qué destino tendrá la superficie que deja de ser agrícola debido a la puesta en marcha en el corto plazo del Plan de Uso y Manejo Responsable del Suelo, brindando una charla sobre “Plan de uso de suelos: oportunidades y amenazas”.
En principio, señaló que el principal destino de esa superficie parecen ser las praderas y verdeos para uso en ganadería. Esto sucedería intentando sobreponerse a una ecuación actual de cultivo que logra aproximadamente U$S 500 por hectárea de margen (el cálculo se hace considerando 0,6 hás. de trigo por cada una de soja).
Los cálculos realizados por el profesional fueron los siguientes: costos: U$S 500 por hectárea de costo de soja más U$S 600 por hectárea de trigo (corregido por 0,6), dan como resultado U$S 850 por hectárea de costos anuales Los ingresos: 2.000 kilos por hectárea de soja a U$S 450 más 3.300 kilos por hectárea de trigo a U$S 230 dan como resultado U$S 1.350 por hectárea de ingresos anuales.
Según el consultor, el desafío sería intentar acercarse lo más posible a estas rentas, pero produciendo carne, leche o semilla fina. Considerando una transición hacia pasturas, en un escenario de aumento de tan solo 10% en el área de pasturas, se aumentaría 14% el área anual de siembra de pasturas. Sin embargo, se espera que esto sea progresivo, ya que en el corto plazo es muy probable que los productores este año planten una soja de primera.
En cuanto a la oferta de ganado, en 2012 se obtuvieron 2.700.000 terneros. El porcentaje de procreo actual promedio es de 65%, sujeto a variaciones entre años debido a las condiciones de los sistemas de cría sobre pasturas naturales. Este porcentaje no ha logrado superarse en forma estructural. Sin embargo, dado que por primera vez el productor se comienza a quedar más con la vaca de cría en lugar de invernarla, “podemos pensar que incorporando tecnología se podría incrementar el porcentaje de procreo”, lo que redundaría en un aumento en la producción anual.
Sin embargo, en el corto plazo es más factible que aumente el área de praderas a que el productor logre producir más terneros, por lo que se prevé que se vea favorecido el precio del ternero y mejore el negocio del criador. Habrá más superficie de pasturas para una cantidad similar de terneros. Por su lado, la invernada también tendería al alza y aumentaría la disponibilidad de ganado gordo, pero “tirando de la piola” del criador. En este escenario, la mejora relativa del negocio del criador sería superior al de la invernada.
Finalmente, el asesor destacó otras posibilidades de negocio. El aumento de la presencia de contratistas ganaderos de gran escala, modelo que ya empieza a observarse.
Además, nuevas oportunidades para productores con know how ganadero, complementando a los contratistas agrícolas (compartiendo el trabajo sobre una misma área), y más chances de los agrícola-ganaderos de competir respecto de los agrícolas puros. También muy buenas chances de competir por parte de los lecheros. Aún así, Cantatore recordó que los factores externos al país siempre han incidido y pueden hacerlo en un futuro modificando en una u otra dirección la consolidación de estos escenarios.
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