OPINIÓN

Locales | 14 Abr Malos tratos
Estoy muy dolida por cómo se comportó un agente en un baile en la zona del Obelisco. Mi hijo concurrió el sábado a divertirse y festejar su cumpleaños. Tuvo un problema con un chico, el guardia lo sacó ahorcándolo en la calle, un agente policial del patrullero le echó gas pimienta en la cara; él cayó desesperado del ardor de la vista.
Dicho agente --como no le alcanzó con lo que hizo-- le volvió a echar gas pimienta a mi hijo caído. Me parece una crueldad por no llamar otra cosa. Llegó como pudo a la Seccional 2ª, pidió que lo llevaran al Hospital, y se negaron. Agradezco al personal de la frutería de Sarandí e Independencia, por mojarle la cara y a la señora del carro del Obelisco. El año pasado estaba en plaza Acuña, llegó el patrullero, revisaron a los jóvenes que estaban ahí, los maltrataron, los golpearon, le dijeron de todo. Fui hablar con el comisario por la manera que tratan a los chicos; el señor me contestó que si yo tenía un hijo adicto también este podría drogarse.
Me parce una falta de respeto. La semana pasada pasó una pareja de agentes, la femenina rubia delgada es una atrevida, tenía un vocabulario atroz, cree que el uniforme que llevan lo llevan con orgullo no por tener un trabajo. Señor Jefe de Policía, perdone mi atrevimiento pero creo que hay funcionarios que necesitan clases de modos, educación y respeto. Madre dolida