Locales | 20 Abr En la plaza Juan Antonio Lavalleja tuvo lugar el acto oficial por los 188 años del Desembarco de los 33 Orientales. Para tal fin se hicieron presentes autoridades departamentales --civiles y militares--, estudiantes de instituciones públicas y privadas, y público en general, con el aporte musical de la banda “José Debali”.
El acto comenzó a las 10, cuando la banda Municipal interpretó la marcha “18 de mayo”, del maestro Mario Maldonado. Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional y del Himno a Paysandú, el intendente Bertil Bentos –acompañado por otras autoridades departamentales-- colocó la ofrenda floral al pie del monumento a Juan Antonio Lavalleja.
La parte oratoria comenzó con palabras del gendarme nacional (CT) Raúl Candeiro, quien relató los hechos que llevaron a la Cruzada Libertadora. Según contó a los presentes, la Provincia Oriental estaba dominada por los portugueses, lo que perjudicaba a los orientales. Sin embargo, el primer movimiento revolucionario fracasó porque no contaba con el apoyo de la campaña. Debido a esto, los jefes del movimiento huyeron a Buenos Aires.
“Había fracasado el proceso independentista en estas tierras, pero no el espíritu de libertad de aquellos hombres (...) Tanta era la motivación que, reunidos en la Casa de Comercio, de Luis Ceferino de la Torre, firmaron un compromiso jurado: sacrificar sus vidas a cambio de la libertad de su patria”, explicó Candeiro. Así fue que, en Buenos Aires, en 1825, se preparó un ejército al mando de Juan Antonio Lavalleja. Ellos se embarcaron en San Isidro, en dos lanchones, y llegaron a la actual playa Agraciada, el 19 de abril de ese mismo año.
“Utilizaron la bandera azul, blanco y rojo: grandeza, sangre y república”, según dijo el orador, y reiteraron su juramento de liberar a la patria o morir por ella. “No quedan dudas de que aquellos años fueron los de mayor significado y los más trascendentes de cara a la misma esencia interpretativa de la historia nacional. Consuman un punto de partida, cuyo fin sería algo en ese momento por nadie siquiera soñado: la absoluta independencia oriental, consagrada en apenas 19 años de conflicto”, concluyó.
La siguiente en subir al estrado fue Soledad Leguina, representante de los jóvenes, quien habló sobre la vigencia del hecho histórico. “Fueron y son ejemplo de que no hay metas realizables ni proyectos alcanzables para los que no haya obstáculos”, apuntó. Asimismo, dijo que es necesario aprender a trabajar con esmero y compromiso por un presente y futuro mejores, teniendo al estudio y la formación permanente como armas. Según dijo, estas son las únicas que pueden llevar a la sociedad a la superación individual y colectiva.
“Gestas como la que hoy recordamos son las que nos enseñan que los comienzos no siempre son fáciles, ni la victoria inmediata. Pero siempre hacen falta 33 valientes, es decir, un grupo que tome la iniciativa y que entusiasme a los demás para poder ser miles”, recalcó. “Los enemigos de ayer hoy tienen otros nombres: drogas, violencia, mendicidad, y tantas otras. Para cambiar estos flagelos debemos unirnos y trabajar con un mismo propósito, con las armas que la educación nos da, aprendiendo a resolver juntos los problemas que afectan a todos, mediante la escucha y el diálogo”, añadió.
Finalmente, aseguró que la importancia de nuestro país no radica ni en su tamaño, ni en sus hazañas militares, sino en sus ideales:
“Debemos levantar día a día una bandera de libertad, tolerancia, participación, integración, paz y amor. Todo por la prosperidad del país y la región”.
El acto culminó con el poema “Romance”, de Serafín J. García, recitado por los alumnos Bautista Nolla y Gerónimo Olaso, del Liberty School.