Rurales | 17 Abr El ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola, técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), explicó que la utilización de pintura para marcar lanares, “si bien parece un tema menor, tiene también sus inconvenientes ya que los productores que inseminan utilizan una cantidad muy importante de pintura sobre el lomo de los animales”.
Explicó que esa costumbre “trae problemas a la industria, no solo en la maquinaria sino en la salida del proceso industrial donde la calidad de la misma no es la mejor ya que la pintura, por la forma que se usa, no sale con el lavado de la fibra”. Sostuvo que las lanas uruguayas “tienen cuatro o cinco características muy importantes que las hacen muy reconocidas a nivel internacional, como son la alta resistencia a la tracción, el alto rendimiento al lavado, muy buen largo de mecha y color, y el bajo contenido de material vegetal. Estas particularidades las hace muy especiales, reconocidas y demandadas”.
El uso de pinturas en forma inadecuadas o que no están recomendada para tal fin “traen problemas a nivel de la industria, no las pinturas que se aplicaron en la esquila de la zafra pasada, pero sí la que se están aplicando ahora”, dijo a Todoelcampo.
Agregó que “se aplican pelotones de pintura que cuando uno presencia un lavado en un proceso industrial esa pintura no sale, pese a que el mismo es muy exigente y agresivo, y partiendo de la calidad de la fibra que hay en Uruguay es una lástima afectarlas por un mal uso de la puntura”.
El técnico recomienda “no aplicar --para no incidir en el valor final del vellón-- en el lomo, sí en el copete y en la nuca que son más visibles a la hora de apartar los animales, y que la pintura aplicada no supere los dos centímetros de superficie”.
“Esas pintadas más cerca de la época de esquila no hacen posible que el clima las degrade y con ello esos vellones están perdiendo valor ya que en el proceso industrial muchas veces no se consigue sacar todo ese contaminante de la fibra”, comentó.
Por lo que la recomendación final de Grattarola “es la de usar una pintura adecuada, en cantidad adecuada y en lugares donde no incida en la calidad del vellón”.