Locales | 23 Abr La socióloga Lorena Briozzo, integrante de la ONG “El abrojo”, dictó en el Centro Universitario de Paysandú (CUP) un taller a comunicadores y referentes comunitarios orientado a la sensibilización en la temática del uso de drogas, desde un enfoque de reducción de riesgos y daños. La iniciativa se enmarca en el proyecto denominado “Localidades alteradas”, premiado por la Junta Nacional de Drogas dentro de los Fondos Concursables, para establecer una línea de comunicación “que busca cambiar la cabeza y el enfoque que tenemos en torno al uso de drogas”, expresó Briozzo.
La representante de “El abrojo” explicó que “en ese marco se ubica además la regularización del uso de marihuana porque se entiende que se controla el mercado, protegiendo a los usuarios y habilitando su acceso al sistema de salud y educativo”.
En la oportunidad consideraron aspectos inherentes a la forma de referirse al uso de drogas dentro del ámbito de la salud, al igual que el sistema educativo, enfatizando en “que no sea un tema tabú y que lo único que se pueda decir es que si se consume, hay que dejar de consumir”, dijo Briozzo. El taller partió de la base “que el consumo de drogas existe y va a seguir existiendo porque históricamente existió. El objetivo es trabajar en la gestión de los riesgos vinculados al consumo, porque todos somos consumidores de drogas, para comenzar por el mate. El consumo de mate puede generar daños en la salud, al igual que el alcohol, marihuana y cocaína. Todas las drogas conllevan un riesgo y que se asocien más los daños o beneficios depende también del encare que le dé el usuario”.
Cambiar el término
En el encuentro con los comunicadores, el seminario se orientó a brindar terminologías y maneras de referirse a los usuarios. “Nosotros le llamamos así, pero a nivel de la prensa se habla de adictos, cuando en realidad es inadecuado. Un adicto es una persona que tiene un consumo dependiente y eso no se sabe, porque para saberlo hay que tener un vínculo próximo; además el término estigmatiza a la persona. Se asocian las drogas a la adicción, vicio, enfermedad o dependencia y no necesariamente es así”, señaló la socióloga.
Según Briozzo, “las drogas también están asociadas al placer, la recreación, el disfrute, pero eso puede propiciar la generación del consumo problemático, además de complejizar la temática de las drogas. El consumo está, las drogas existen y en una sociedad de consumo como la nuestra es muy probable que se vuelvan problemáticos. El tema ahí no es la droga o la sustancia, sino el perfil que le da la sociedad al tema, como a muchos otros”.
Faltan espacios
Los referentes comunitarios participantes en el encuentro “entienden que ir en contra no es estratégico, ni posible o deseable. Cuando hay problemáticas instauradas, la pretensión es reducir esos daños, pero cuando hay consumos la cuestión es cómo prevenirlos o gestionar un consumo problemático, no el consumo en sí y ese tal vez sea el giro a la cuestión”.
Durante el seminario los referentes plantearon la falta de recursos para la atención y espacios de escucha de los usuarios, “en parte por faltante de recursos económicos, pero en gran medida porque otros espacios como las policlínicas o liceos, no están preparados para trabajar el tema. Incluso existe una creencia que hay que ser especialistas en drogas. En realidad, no estamos buscando una solución, sino poder gestionar una problemática y un riesgo que seguirá estando”, enfatizó.
La socióloga aseguró que jóvenes y adultos continuarán consumiendo drogas porque provocan placer. “Este aspecto es legítimo y no censurable. El tema es qué pasa con eso después y qué lugar comienza a ocupar en la vida de una persona que tiene otras problemáticas y carencias”, indicó.