EDIL MAURICIO DE BENEDETTI

Locales | 25 Abr “El tránsito de camiones por nuestras carreteras y caminos vecinales se ha incrementado notoriamente, debido principalmente al aumento de la producción agrícola y forestal”, sostuvo el edil Mauricio de Benedetti del Partido Colorado. “De 16 millones de hectáreas que tiene el Uruguay, hace 20 años se dedicaban a la agricultura menos de 300 mil hectáreas y recién se estaban sembrando las primeras hectáreas de árboles. Hoy se dedican a la agricultura 1.450.000 hectáreas y a la forestación 1.200.000 hectáreas. Una hectárea produce en promedio 30 kilogramos de carne al año, pero si la destinamos a la agricultura en dos cosechas, por ejemplo soja y cebada, estamos hablando de 5 mil kilogramos al año y en cuanto a la madera, 90 mil kilogramos al año”.
En su moción el edil de Benedetti sostuvo que “los recursos de las intendencias para arreglo de caminería rural no han variado, ya que la contribución inmobiliaria rural es un impuesto fijo por hectárea. El gobierno nacional sí ha visto incrementada su recaudación, ya que ese movimiento de producción genera una cadena de negocios que alimenta las arcas nacionales. Cada venta de ganado debe pagar un impuesto del 1 por ciento del total en bruto a las intendencias, pero los granos y la madera no pagan. Es una injusticia que debemos corregir, sobre todo porque debemos tener en cuenta que además del mayor flujo de camiones en la ruta, un camión cargado con animales vacunos no supera los 20 mil kilogramos de carga, no da la capacidad volumétrica para cargar más y sin embargo un camión cargado con soja o madera supera fácilmente los 30 mil kilogramos de carga. No olvidemos que debemos sumarle un camión pesa 15 mil kilogramos adicionales. Es decir que hay muchos más camiones y también con mayor peso que no aportan a las arcas de las intendencias, pero si destruyen los caminos vecinales”.
Una Solución simple
De Benedetti sostuvo que “la solución es simple: por un principio de igualdad y justicia, las ventas de granos y madera deberían pagar un impuesto a las intendencias a las cuales les rompen sus caminos vecinales. Además y teniendo en cuenta, como dijimos anteriormente, que un camión cargado de animales no supera las 20 toneladas de carga y un camión cargado de granos o madera llega a las 30 toneladas de carga, por lo cual el monto del impuesto debería ser del 1 por ciento para los semovientes y el 1,5 por ciento para granos y madera.
Con esto terminaríamos la discusión de crear nuevos impuestos para arreglar caminería rural, dotando a las intendencias de los recursos necesarios y cumplir con aquello de que el que rompe paga. Si todos pagamos acorde al uso que damos a los caminos, las intendencias no tendrían problemas en mantener los caminos en condiciones, generando más trabajo para nuestra gente”. Lo que mocionó es que “se aplique un impuesto a la venta de granos y madera del 1,5 por ciento con el mismo destino y lugar de pago que el 1 por ciento que se cobra a los semovientes”, solicitando que sus palabras pasen al Ministerio de Economía y Finanzas, Congreso Nacional de Intendentes, Congreso Nacional de Ediles y a las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Senadores.