Opinion | 29 Abr Como informáramos días pasados, el presidente José Mujica desea conocer el lugar donde estuvo enclavada la Villa de la Purificación y el Cuartel General del Hervidero, sede de la liga Federal de 1815. Así lo indicó el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich durante su reciente visita a Paysandú. “Hablé con el Presidente de la República sobre este asunto. Está siguiendo el tema y quiere venir a visitar el sitio donde estuvo Purificación e intervenir directamente en este proceso”, afirmó Ehrlich. Agregó que Mujica tenía previsto hacer esa visita hace algunos días pero lo ha postergado “por problemas de agenda”. “El presidente está preocupado por ajustar todo el procedimiento y contemplar las preocupaciones de todas las personas, incluyendo las del propietario del predio”.
Por otra parte, en el encuentro con la Comisión de Ciudadanos pro Purificación se estableció que la intención del presidente Mujica es dialogar personalmente con el actual propietario de los campos donde se encuentran las cerca de 200 hectáreas definidas como el sitio principal en que estuvo enclavada la Capital de los Pueblos Libres.
A esta altura de los acontecimientos no puede existir ninguna duda sobre las intenciones del Poder Ejecutivo que, cumpliendo con lo que establece la Ley 17.631, determinó la expropiación de los padrones donde se hallaba la Villa según lo estableciera claramente la investigación arqueológica e histórica realizada por la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República, por lo que, sin ninguna duda, es un homenaje al recuerdo del General Artigas el escuchar a todos y dialogar con todos.
“Quiere venir a conocer el lugar y considerar todas las posiciones”, afirmó el ministro Ehrlich al referirse a las intenciones del primer mandatario.
Y en esta intención de concurrir al lugar para dialogar, cara a cara, con el propietario de los campos debe ser tomada del ejemplo del propio Artigas. Existen innumerables registros, documentos y testimonios en el sentido de que el accionar del Protector de los Pueblos Libres era siempre franco, directo y muy respetuoso. Resulta pues especialmente destacable la actitud del presidente de la República pues cumple con la ley con el trascendente significado que esta determinación tiene para todos los orientales y, a su vez, escuchará “cara a cara” las objeciones de quienes creen que sus intereses particulares deben estar por encima de la reverencia que dicta el corazón de todos aquellos que saben que en ese lugar se cumplió uno de los momentos culminantes de la emancipación americana.
Para acompañar esta valiosa actitud, resulta imprescindible que se redoblen los esfuerzos destinados a concretar la creación del Parque Nacional de Purificación dando señales claras de la voluntad de llegar al Bicentenario de 1815 con un multitudinario recordatorio espiritual de nuestro Prócer.
Y en este sentido es muy halagüeña la información brindada Sergio da Rosa, integrante de la Comisión de la Fiesta de La Patria Gaucha, de Tacuarembó. Según ha indicado, es intención de los organizadores de la edición vigésimo octava de dicha fiesta, a realizarse del 12 al 16 de marzo del próximo año, se conmemore el Bicentenario de la Liga Federal de 1814 que sería el tema de la fiesta y que “a su vez sería un camino para que en el 2015 reconstruyamos Purificación con todas las Sociedades Tradicionalistas”.
De más está decir que esta iniciativa suena entusiasmante y seguramente contará con todo el apoyo no sólo de la Comisión pro Purificación sino también de todas la autoridades y de todo el pueblo sanducero. A su vez, conceptuamos de mucho valor la iniciativa que se ha planteado por parte de la Comisión pro Purificación en relación a que en la próxima celebración de los 150 años de Paysandú Ciudad, la tradicional antorcha que es traída por los jóvenes sanduceros hasta la plaza Artigas, parta del lugar donde estuvo enclavada la Villa de la Purificación.
Y, sin duda, el hecho debería generar una campaña de difusión dando a conocer las razones y el homenaje que se tributa así como el orgullo que representa el hecho de que fuera en tierras sanduceras que Artigas estableciera la Capital de los Pueblos Libres. Será una demostración más de que es muy justa la denominación de “Paysandú, Capital del Artiguismo”.