En Esperanza y Constancia

Locales | 30 Abr Con la meta de construir 1.000 viviendas en este año, el Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir) tiene en desarrollo varios proyectos en la región, según lo informado a EL TELEGRAFO por el presidente de su directorio, escribano Ariel Díaz. En Paysandú, además del próximo inicio de la construcción de aproximadamente 50 viviendas en pueblo Esperanza, se construirán unas 30 viviendas en Constancia, al tiempo que está muy avanzada la construcción de 24 viviendas en Lorenzo Geyres.
“Desde que asumimos nos hemos propuesto encarar la construcción de dos nuevos planes de Mevir por departamento, a efectos de ordenar y buscar las mejores soluciones a una situación bastante compleja referida a los altos costos de las tierras. Por eso estamos tratando de recuperar tierras que tiene Mevir de planes anteriores y también hacer acuerdos con las intendencias”, explicó.
En este sentido, informó que el artículo 225 de la Rendición de Cuentas permite categorizar la tierras que ya eran propiedad de Mevir, lo que facilitó la aplicación de la Ley de Ordenamiento Territorial por esta vía “ya que automáticamente pasa a ser urbanizable”.
“Hemos desarrollado planes con aportes de tierras de las intendencias, ya sea de su propia cartera o adquiridas por ellas. Esto nos permitió avanzar fuertemente”, dijo.
En este marco, en Paysandú serán construidas 50 viviendas en pueblo Esperanza, en el mismo predio donde ya hay construidas 57. “Allí hay una fuerte demanda porque es una localidad muy próxima a la ciudad”, agregó Díaz.
En tanto, en Constancia se desarrollará también un plan de 30 viviendas. “Ya tenemos el terreno y si bien existe alguna dificultad con el saneamiento, estamos en vías de solucionarlo”. Ocurre que la construcción de piletas de decantación ocupa aproximadamente una hectárea y eso obliga a tener la última vivienda del plan al menos a 100 metros de ella, lo cual requiere disponer de más extensión de tierras que la estrictamente necesaria para la construcción, lo que aumenta los costos.
Como solución alternativa, Mevir prevé comprar a OSE un equipamiento que soluciona el saneamiento de hasta 500 viviendas, tratándose de un sistema “similar al utilizado en las usinas de potabilización de agua UPA”.
METAS Y NUEVA EXPERIENCIA
Refiriéndose a la planificación de obras de Mevir en este año, su presidente informó que se manejará un presupuesto similar al del año anterior con el objetivo de construcción de 1.000 viviendas.
Por otra parte, Mevir incursionará en una experiencia alternativa de construcción de 100 viviendas prefabricadas con destino a trabajadores del sector citrícola de Salto.
“A solicitud del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente estamos encarando un proyecto alternativo, consistente en viviendas prefabricadas de tecnología italiana. No es la construcción tradicional de Mevir pero permite dar una solución. Estamos avanzando en ese proyecto, que ahorrará tiempo de construcción y para el cual el terreno será aportado por la Intendencia de Salto”, añadió Díaz.
MOROSIDAD Y DESALOJOS
Consultado respecto a la evolución de los niveles de morosidad y desalojos, el presidente de Mevir dijo que se trata de situaciones que se han mejorado “sensiblemente” acompasando la mejora de la situación del agro. “El salario del trabajador rural ha mejorado y también hemos instrumentado mecanismos para atender tempranamente las situaciones de mora, de forma que no se acumulen atrasos”.
En lo que respecta a los desalojos, ascienden a un 2% del total de las viviendas de Mevir en el país, que son 26.000. “También en este tema se buscan acuerdos y, las situaciones más complejas están siendo trabajadas junto al Mides a través de convenios para seguimientos de la situación de esas familias”, agregó.
Sostuvo que “como resultado positivo de estas acciones, el 18% del financiamiento de nuevas viviendas proviene del aporte que realizan las familias que ya tienen viviendas de Mevir, ya que son repagos”.
En cuanto a las cuotas, las correspondientes a las últimas viviendas entregadas tienen un costo mensual de aproximadamente 1.000 pesos, aunque hay muchos beneficiarios de estos planes que pagan menos, puesto que se trata de entregas anteriores. Las cuotas se reajustan una vez al año de acuerdo al salario de los peones rurales. En tanto, el costo de construcción de una vivienda es de entre 25.000 y 30.000 dólares, dependiendo fundamentalmente de aspectos logísticos (como los fletes en la etapa de obra) del lugar donde se realizan las construcciones.