Locales | 29 Abr Si bien no se puede precisar la fecha, pero seguramente que antes de 1906 cuando se trajo el órgano, la basílica dispone de una instalación eléctrica con cables de tela y algunas particularidades como que “hay llaves antiguas que se van girando y tienen cuatro ‘toques’.
Por ejemplo, las hermosas arañas del costado con un primer toque se prenden las de abajo, con el segundo las del medio, con el tercero otras y con el cuarto toque encienden todas. Otro problema que tenemos es que actualmente para prender y apagar las luces de la basílica se necesitan varios minutos porque las llaves están diseminadas por todos lados. Lo queremos centralizar pero no se puede hacer con un solo cable hasta el tablero central, sino con distintos cables a los distintos lugares”.
El proyecto ya está pronto y se ha pedido precio a los electricistas locales. “Ese proyecto está estructurado en cuatro fases: el aumento de carga de entrada de la energía eléctrica de UTE, el cambio de los cables que son muchísimos metros, el cambio de las lámparas incandescentes a las de bajo consumo, lo que permitirá un ahorro necesario ya que hay 400 picos de luz en la basílica. Incluso hay muchos focos --porque es oscura y para darle mayor luminosidad-- en los que desde hace años se colocan lamparas de 400 o 500 watt que también tienen un consumo muy grande, por lo que se piensa en cambiarlos por LED, porque tienen su costo. De ahí que realizar el sueño que tenemos sobre esto tiene un costo aproximado a los U$S 130.000”.